Por Sharon Oropeza
Bajo un cielo despejado y con la luna en fase creciente, la Ciudad de México fue testigo de una noche inolvidable en el recién renovado Estadio GNP. Bruno Mars, quien no visitaba tierras mexicanas desde hacía varios años, hizo su esperado regreso en un concierto que quedará grabado en la memoria de miles.
Desde temprano, la emoción se palpaba en el aire. Familias, grupos de amigos y parejas se dirigían al recinto con una sola meta: disfrutar de una velada mágica. A medida que se acercaba la hora del evento, el estadio comenzó a llenarse. Los jerseys rojos dominaban la escena, cubriendo General B y Platino, mientras que la pista se convertía en un mar de puntos rojos. Las luces se apagaron brevemente, provocando una ola de gritos anticipados, pero solo era un comercial sobre las próximas bandas en el lugar.
Conforme pasaba el tiempo, la expectativa crecía. La audiencia, ansiosa por la aparición de la estrella de la noche, se entretuvo con olas, cánticos y saludos a las gradas superiores. El Estadio GNP ahora cuenta con dos nuevas zonas de lujo: Boxes Oro y Boxes Diamante, que ofrecen comodidad, una excelente vista y servicios exclusivos para quienes buscan una experiencia inolvidable.
Finalmente, pasadas las 21:30 horas, el concierto comenzó. Las cortinas rojas cayeron al suelo, revelando a Bruno Mars, quien inició con “24K Magic”. Los fuegos artificiales iluminaron el cielo, mientras la multitud explotaba en gritos y aplausos. Con cada canción, Mars mantuvo la energía en su punto máximo. “Finesse”, “Treasure” y “Liquor Store Blues” fueron solo algunas de las interpretaciones que hicieron vibrar el estadio.
Aunque los visuales no fueron los protagonistas, la iluminación del estadio y la interacción de Mars con el público hicieron que la noche fuera mágica. En un momento especial, Bruno presentó “Nothin’ on You”, una canción que, según él, cambió su vida. Las luces de los celulares iluminaron el estadio, creando una atmósfera íntima y emotiva que culminó con “When I Was Your Man”, arrancando lágrimas a más de uno.
El final del concierto se acercaba, pero la energía no disminuía. “Locked out of Heaven” y “Just the Way You Are” cerraron el espectáculo con una explosión de confeti y fuegos artificiales. La bandera de México ondeaba en la pantalla mientras Bruno presentaba a su banda y se despedía del escenario.
Sin embargo, el público sabía que aún faltaba algo más. Bruno regresó para una última sorpresa: tocó “El Sonidito” en las percusiones, una inesperada mezcla que dio paso al gran cierre con “Uptown Funk”. La noche concluyó con una ovación masiva, dejando a los asistentes con una mezcla de felicidad, entusiasmo y nostalgia por lo que acababan de vivir.
Así fue la primera noche de Bruno Mars en la Ciudad de México, un evento que sin duda dejó una huella imborrable en los corazones de sus fans.