La actriz Blake Lively ha interpuesto una demanda contra el director Justin Baldoni, acusándolo de causar daño a su reputación profesional y de crear un ambiente laboral tóxico durante la producción de la película Romper el círculo. Según Lively, el comportamiento de Baldoni incluyó comentarios inapropiados y decisiones que afectaron gravemente su imagen tanto pública como profesional.
En los documentos legales presentados, Lively asegura que el director hizo observaciones que sobrepasaron los límites de lo profesional, afectando su bienestar emocional y psicológico durante el proceso de filmación. Además, la actriz señala que Baldoni desoyó sus preocupaciones acerca del guion de la película y, lo que es aún más relevante, las normas de conducta y los límites personales que había establecido previamente. Lively, quien ha sido reconocida por su compromiso con el bienestar y respeto en los sets de filmación, sostiene que estos actos contribuyeron a crear un entorno de trabajo hostil y poco respetuoso.
Por su parte, Justin Baldoni ha rechazado categóricamente todas las acusaciones y las califica de infundadas. En un comunicado oficial, el director expresó que su relación laboral con Lively siempre se manejó de manera profesional y que cualquier interacción con ella estuvo siempre dentro de los parámetros del respeto y la ética laboral. Además, Baldoni ha dejado claro que está dispuesto a defender su integridad y la de todo el equipo de producción de la película ante cualquier malentendido o tergiversación de los hechos.
El caso ha llamado la atención de la industria del cine y de los medios de comunicación, ya que toca temas sensibles y fundamentales, como el poder en los espacios de trabajo creativos y las dinámicas de autoridad en la industria del entretenimiento. Muchos han interpretado la demanda como una muestra de la necesidad urgente de revisar los protocolos de comportamiento dentro de los sets de filmación, especialmente en lo que respecta a la interacción entre directores y actores.
Este proceso legal no solo tiene como objetivo reparar los presuntos daños sufridos por Lively, sino que también busca generar un debate más amplio sobre el respeto, la autonomía personal y los límites en los espacios laborales dentro del cine y la televisión. La actriz parece estar abogando por un cambio cultural que permita a los profesionales del medio trabajar en ambientes más saludables y respetuosos.
Hasta el momento, no se han dado detalles adicionales sobre la evolución de la demanda, pero la atención que ha suscitado este caso promete continuar creciendo, especialmente en un momento en que se debate la importancia de la seguridad emocional y profesional dentro de la industria del entretenimiento.