El actor Bill Skarsgård, conocido por su aterradora interpretación de Pennywise en “It”, vuelve a impactar con su nueva caracterización como el Conde Orlok en la película “Nosferatu”, dirigida por Robert Eggers. Para dar vida a este icónico vampiro, Skarsgård pasó por un meticuloso proceso de maquillaje que podía durar hasta seis horas, utilizando 62 prótesis diseñadas especialmente para la producción.
David White, diseñador a cargo, explicó que la transformación del actor requería la aplicación de múltiples prótesis para la cabeza, el rostro y las manos, además de extensiones en los dedos y prótesis corporales completas. Este arduo trabajo implicaba un equipo de seis personas y meses de preparación previa.
La dedicación de Skarsgård no se limitó al maquillaje. El actor perdió peso y trabajó con un profesor de canto de ópera para bajar su tono de voz en una octava, ofreciendo una interpretación tan convincente que el director Eggers aseguró que podría confundirse con efectos digitales.
La película, que ya está en cartelera, promete ser una experiencia visual inolvidable gracias al talento de su protagonista y al detallado trabajo del equipo creativo.
