La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó, con una votación dividida de 32 votos a favor y 18 en contra, la reforma que permitirá la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Esta medida, que se da en medio de un acalorado debate, otorgará a la Guardia Nacional la facultad de realizar investigaciones de delitos dentro de su competencia, además de integrarla como parte de la Fuerza Armada.
Durante las dos horas de discusión, la oposición advirtió que esta reforma profundiza la militarización del país, mientras que Morena y sus aliados defendieron la iniciativa, argumentando que permitirá una lucha más efectiva contra el crimen organizado, con una mayor cooperación entre instituciones.
La reforma también busca revertir la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en abril del año pasado ordenó retirar el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional del Ejército, devolviéndolo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con fecha límite del 1º de enero de este año.
El dictamen señala que, desde 2007, el crimen organizado ha afectado profundamente la vida económica, política y social de México, participando en actividades ilícitas como el tráfico de drogas, secuestro, extorsión, trata de personas, y robo de hidrocarburos, entre otros delitos que han debilitado el tejido social del país.