El secretario de Seguridad Pública de México, Omar García Harfuch, ha confirmado que no existen indicios de que el rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, haya sido un campo de exterminio operado por el crimen organizado. Según Harfuch, el lugar funcionaba principalmente como un centro de adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero no como un sitio destinado a exterminar personas.
Este pronunciamiento se realiza después de que se encontraran restos humanos y objetos personales en el rancho, lo que desató especulaciones sobre su uso como campo de exterminio. Sin embargo, organizaciones de búsqueda y activistas han expresado su preocupación sobre la posibilidad de desapariciones forzadas en la zona.
Mientras tanto, las autoridades mexicanas han detenido a José Gregorio Lastra, presunto reclutador del CJNG, y a dos expolicías de Tala implicados en actividades delictivas en la región. Las investigaciones continúan para esclarecer los hechos y determinar la magnitud de las actividades criminales en el área.
