La salida de servicio de la principal central termoeléctrica de Cuba provocó la caída total del sistema eléctrico de la isla, confirmó este viernes el ministerio de Energía y Minas, en un contexto de “emergencia energética” en el país. Se trata de una de las siete vetustas termoeléctricas, con más de cuatro décadas de uso, y que sostenían la demanda de energía en el país.
Entre las medidas de emergencia, el gobierno cubado determinó el cierre de escuelas, así como de industrias no esenciales y envió a la mayoría de los empleados estatales a sus casas, como una medida que busca conservar la energía y frenar los apagones que superan las 12 horas horas diarias para millones de personas en la isla caribeña.
El primer ministro, Manuel Marrero, culpó de la crisis actual a la escasez de combustible y el aumento de la demanda. “La situación que venimos confrontando ha ido empeorando en los últimos días. La falta de combustible es la (causa) que más está influyendo”, dijo Marrero en un mensaje televisado anoche.
Cuba ha sido testigo de sucesivos apagones dramáticamente prolongados, incluso para una isla acostumbrada a reiterados períodos de escasez. Provincias enteras se han quedado sin luz durante horas y muchas localidades fuera de La Habana, funcionan con menos de seis horas de electricidad al día.