El proyecto constará de dos tramos estratégicos que cubrirán más de 330 kilómetros, beneficiando a cerca de nueve millones de personas y creando más de 260,000 empleos directos en el centro y Bajío, según la ARTF
La nueva línea ferroviaria de pasajeros que conectará la Ciudad de México con los estados de Querétaro y Guanajuato comenzará a operar en 2028, con una inversión estimada de 217,000 millones de pesos (equivalentes a 10,585 millones de dólares).
El proyecto se desarrollará en dos tramos estratégicos que abarcarán más de 330 kilómetros de recorrido, beneficiando a casi nueve millones de personas y generando más de 260,000 empleos directos en las regiones del centro y el Bajío, según datos proporcionados por la Agencia Reguladora del Transporte Ferroviario (ARTF).
La construcción de esta nueva infraestructura comenzará en julio de este año, con la fecha de conclusión prevista para finales de 2027. Se utilizarán trenes de alta velocidad que alcanzarán hasta 200 km/h, con el objetivo de reducir considerablemente los tiempos de traslado entre las principales ciudades de la ruta, lo que facilitará una mayor conectividad entre estas regiones.
En un evento reciente, el titular de la ARTF, Andrés Lajous Loaeza, destacó que este proyecto no solo mejorará el transporte entre la Ciudad de México, Querétaro y Guanajuato, sino que también contribuirá a la mejora de la infraestructura económica y social de estas áreas, ayudando a aliviar la congestión vehicular y promoviendo un transporte más seguro y sostenible.
Además, se estima que el tren de pasajeros beneficiará directamente a más de 6.5 millones de personas que viajarán entre la Ciudad de México y Querétaro, y a otros tres millones en el trayecto Querétaro-Irapuato.
