Como parte de la responsabilidad de tener un animal de compañía es entender que pueden sufrir como todo ser vivo de situaciones que comprometan su salud. En esta ocasión hablaremos acerca de la situación de tener animales con disfunciones visuales auditivas o visuales, y cómo afectan su relación con su familia adoptiva.
Como parte de la responsabilidad de tener un animal de compañía es entender que pueden sufrir como todo ser vivo de situaciones que comprometan su salud. En esta ocasión hablaremos acerca de la situación de tener animales con disfunciones visuales auditivas o visuales, y cómo afectan su relación con su familia adoptiva.
Ceguera, puede ser congénita o adquirida, ya sea por traumatismos, infecciones o procesos degenerativos, como sea el caso de uno de los órganos que permite percibir gran parte de lo que nos rodea se encuentra afectado de manera directa o indirecta. Pese a lo que pudiera parecer, si se toman ciertas medidas, nuestro animal puede llevar una vida con un buen nivel de bienestar, pero de todo ello, nosotros como responsables del animal, debemos favorecer un ambiente lo menos estresante y proporcionar cuidados especiales. Debemos recordar que al ser animales domésticos dependen en este caso exclusivamente de nosotros y que un animal de vida libre con esta situación, no tiene posibilidades de supervivencia de ninguna manera.
Un perro con disfunción visual parcial o total debe tener un ambiente seguro para evitar accidentes como caídas o tropiezos. En muchos casos el animal agudizará sus sentidos y con nuestra ayuda se adaptará a su nueva condición, sólo tratemos de generar un ambiente predecible y él podrá moverse por la casa con toda naturalidad. Hay que evitar cambios bruscos en la distribución de los muebles y restringir el acceso a zonas donde el animal pudiera sufrir una caída.
En el caso de la sordera, al igual que con la ceguera, los animales que nacen con una disfunción se adaptan (con nuestra ayuda) muy bien a su entorno. Los animales que desarrollan sordera (adquirida), son en su mayoría animales ya adultos y el proceso avanza lentamente lo que les permite irse adaptando.
En ambos casos hay que tomar en cuenta que su situación no es la de un animal normal, y que su respuesta ante una situación desconocida o súbita, puede ser un tanto brusca. En algunos casos debemos considerar la asistencia de un Médico Veterinario etólogo (especialista en comportamiento), que nos dé las pautas para manejar la situación y mantener al animal en las mejores condiciones de bienestar y prevenir agresiones defensivas o accidentes que fácilmente se pueden prevenir.