Por Daniela Altamirano
En un giro inesperado, la gimnasta rumana Ana Barbosu recupera la medalla de bronce que le habían quitado, tras una protesta de Estados Unidos que alteró los resultados originales. La controversia comenzó cuando Jordan Chiles, de Estados Unidos, impugnó su puntuación de 13.666 puntos, la cual le había colocado en quinta posición. Los jueces ajustaron su nota a 13.766, promoviendo a Chiles a la tercera posición y dejando a Barbosu fuera del podio.
El equipo rumano, alegando que la reclamación de Chiles se presentó fuera del plazo permitido, llevó el caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Este fallo ha llevado a que Barbosu recupere su medalla de bronce, mientras que Chiles y Barbosu enfrentan una oleada de críticas en las redes sociales. La normativa de la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) otorga un minuto para presentar reclamaciones, y en este caso, la protesta de Estados Unidos llegó un minuto y cuatro segundos tarde, lo que resultó en la reinstauración del podio original y el regreso de Barbosu a su legítima posición.
La situación está poniendo a prueba la salud mental de ambas gimnastas, quienes ahora deben lidiar con el impacto emocional de la controversia y el escrutinio público.
Nadia Comaneci, leyenda de la gimnasia, expresó su indignación ante el tratamiento de las atletas, destacando la necesidad de proteger su bienestar emocional. El TAS ha declarado que la Federación Internacional de Gimnasia (FIG) debe reasignar las medallas conforme a la decisión tomada, dejando a la comunidad gimnástica y a los seguidores pendientes de los próximos pasos en esta polémica.
