Por Dayana Mendizabal
El concepto de almas gemelas ha sido objeto de diversas interpretaciones a lo largo del tiempo, y su significado varía según las creencias y perspectivas espirituales. Mientras algunos buscan toda su vida a esa conexión especial, otros creen haberla encontrado. Sin embargo, la idea de la “otra mitad” puede llevar a una dependencia afectiva, contradiciendo enseñanzas de la autoayuda que promueven la independencia emocional.
Se sugiere que las almas gemelas son aquellas que, al encarnar en el plano físico, buscan una atracción recíproca. Esta noción puede fomentar la necesidad y la dependencia emocional, alejándonos del genuino camino espiritual basado en el amor de servicio y la autonomía emocional.
La teoría espiritual propone que las almas gemelas son aquellas que vibran en resonancia, compartiendo una frecuencia afín. Esta resonancia no está limitada a parejas específicas; muchos espíritus pueden compartir esta afinidad. Importante destacar que la verdadera afinidad se manifiesta en los planos de Luz, donde el amor impersonal prevalece sobre la posesión.
Se destaca que, aunque las almas gemelas comparten una afinidad, no siempre se aman entre sí, especialmente en planos inferiores donde el ego puede dominar. En contraste, los espíritus de Luz experimentan afinidades matizadas por un amor impersonal, desprovisto de posesión.
En última instancia, la nota enfatiza la importancia de escuchar al corazón y permitir que la afinidad se desarrolle de manera natural, sin conformarse por miedo a la soledad. El mensaje es claro: el verdadero amor no se busca, se siente, y la resonancia auténtica surge cuando el corazón y la piel hablan en armonía con la vibración del alma.
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