Por Frida Rebollar.
El huracán Rafael, que inicialmente parecía desplazarse lejos de las costas mexicanas, ha cambiado de trayectoria y ahora se dirige hacia el litoral del país, activando protocolos de emergencia en diversos estados del territorio nacional. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) y el Sistema Meteorológico Nacional (SMN) informaron que Rafael, actualmente de categoría 2, podría intensificarse antes de acercarse a las costas, lo que incrementa los riesgos de fuertes lluvias, vientos y oleaje elevados en regiones potencialmente afectado.
Las autoridades han emitido una serie de recomendaciones para que la población tome medidas preventivas y se prepare ante la posible llegada del huracán. Entre las sugerencias más importantes se encuentra el abastecimiento de artículos de emergencia, como agua potable, alimentos no perecederos, linternas y radios de pilas. También se recomienda a las familias proteger sus documentos personales en bolsas plásticas herméticas y desconectar los suministros de gas y electricidad en caso de emergencia.
El gobierno federal y los gobiernos estatales han dispuesto albergues en zonas seguras para aquellos que podrían ser evacuados, especialmente en áreas de riesgo por graduales de tierra o inundaciones. Además, se ha instalado a los ciudadanos a mantenerse informados a través de canales oficiales, como las alertas del SMN y las redes sociales de la Conagua, que ofrecen actualizaciones en tiempo real sobre la trayectoria y la intensidad del huracán.
Expertos en meteorología recomiendan también a las personas alejarse de ríos y presas que puedan experimentar crecidas y evitar desplazarse en carreteras que atraviesan áreas montañosas, donde la lluvia intensa podría causar derrumbes. El huracán Rafael podría ser uno de los fenómenos más intensos en tocar las costas mexicanas en la actual temporada de ciclones, por lo que se enfatiza la importancia de tomar todas las precauciones necesarias.
La protección civil de los estados potencialmente afectados ha estado en constante comunicación con las comunidades locales para coordinar cualquier eventual evacuación y asegurar que los centros de refugio estén en condiciones óptimas para recibir a la población si es necesario.