El director comprende la necesidad de tener un sistema para hacer estas cintas.
Desde Amores Perros (92%) quedó claro que Alejandro González Iñárritu era un director muy ambicioso que contaba con todas las posibilidades para lograr proyectos de éxito en las altas esferas. Hollywood quedó encantado con su estilo y pronto lo aprovechó en títulos como Babel (69%) y 21 Gramos (80%), que también demostraban el fanatismo de varios actores y productores que luchaban por trabajar con él. Mientras él creaba una trayectoria muy específica en esa industria, el mundo del cine cambió con la explotación del género de superhéroes y él fue de los primeros en pronunciarse en contra de este tipo de creaciones. Hablando de manera más específica al respecto, el director asegura que no podría ser capaz de dirigir una cinta de Marvel, pero sí les tiene un respeto muy claro.
El probado éxito en taquilla de estas producciones hizo que las empresas y las cadenas de cine cambiaran la forma de trabajar y disfrutar de las películas, lo cual no siempre ha sido en beneficio de otros proyectos de corte independiente. Para empezar, los estrenos de este tipo someten fácilmente la cartelera global, dejando pocas posibilidades para títulos menores. Por otro lado, también ha afectado el equilibrado sistema de ciertos directores de renombre que ahora tienen que hacer alianzas externas y sacrificios de otro tipo para poder trabajar, como sucedió con Martin Scorsese y El Irlandés (100%), o Jane Campion y El poder del perro (98%).
Con las productoras al tanto de este tipo de franquicias, varios directores han decidido hablar sobre el mal que implican para la industria, incluyendo el exceso de efectos visuales innecesarios, presupuestos desmesurados, sueldos imposibles de cumplir para otras propuestas y, por supuesto, la costumbre del público a consumir y tener cosas “fáciles” que no requieren mucha de su atención. Hace unos años, Alejandro González Iñárritu estrenó Birdman o (La Inesperada Virtud de la Ignorancia) (91%) con Michael Keaton, quien diera vida a Batman en las dos cintas de Tim Burton, donde la idea principal era criticar este sistema y ofrecer una respuesta narrativa para esos otros espectadores que quieren más.
Además, Iñárritu también comentó sobre las películas de Marvel y fue todo un escándalo porque sus palabras fueron atacadas por Robert Downey Jr. en un comentario bastante innecesario y agresivo.
¿Qué tanto puede cambiar la opinión del director ahora que el UCM estrena todavía más películas al año?
En entrevista con Total Film (vía SlashFilm) para promocionar Bardo, falsa crónica de unas cuantas verdades (58%), Iñárritu explicó a detalle su postura ante estos títulos y las razones por las que nunca podría trabajar en algo así:
Yo no sería capaz de hacerlo. No sé cómo hacen eso. En todos los aspectos. No lo entiendo. Y lo respeto. Esto no es una opinión desdeñosa en lo absoluto. No creo que yo sea la elección correcta para hacer una película así. No sabría cómo abordar eso. Hay algunas reglas del juego. Hay un marco que realmente tienes que obedecer. Hay una receta para hacerlas. Y hay una cierta manera en que tienen que hacerse. Y por las razones correctas.
Alejandro González Iñárritu dice que respeta las películas de Marvel, pero nunca podría dirigir una
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