Por Vannia Carmona
La administración municipal de Cuautitlán Izcalli enfrenta un panorama complicado, según informó el alcalde Daniel Serrano Palacios. El gobierno entrante recibió un municipio con instalaciones obsoletas, vehículos descompuestos, equipo de cómputo en condiciones inservibles y un déficit financiero que supera los 62 millones de pesos. Además, el alcalde reconoció que existe la posibilidad de que las cuentas del ayuntamiento sean embargadas, debido a laudos laborales pendientes que superan los mil millones de pesos.
A pesar de estas adversidades, el gobierno municipal ha logrado mantener la prestación de servicios públicos durante los primeros 13 días de la nueva administración. Esto, a pesar de enfrentar un entorno marcado por el deterioro de recursos materiales y la insuficiencia de personal, destacó Serrano Palacios en una conferencia de prensa.
El edil señaló que de los 13 millones de pesos que dejó la administración anterior en caja, una parte ya está etiquetada para fines específicos, como el pago de una escultura, un gasto que el alcalde considera innecesario frente a las urgencias financieras del municipio.
Durante su intervención, Serrano Palacios ofreció un diagnóstico detallado de las condiciones en las que encontró el municipio. Las oficinas administrativas presentan un notable abandono, con mobiliario roto, equipo de cómputo obsoleto, baños descuidados, paredes con humedad y puertas con chapas dañadas. Este estado de deterioro también se extiende al espacio público, con calles en mal estado, baches y fugas de agua, lo que refleja el rezago en infraestructura y servicios básicos.
El alcalde reiteró su compromiso de trabajar en la recuperación del municipio y en la atención de los principales problemas que afectan a la población, pese a las limitaciones económicas y materiales heredadas.