Brote de Klebsiella Oxytoca en menores: Secretaría de Salud emite alerta en Edomex.
Por Vannia Carmona
En México, se han confirmado 15 casos de infecciones por la bacteria Klebsiella oxytoca en el Estado de México, de los cuales, lamentablemente, 13 pacientes pediátricos han fallecido.
De acuerdo con el informe más reciente de la Dirección de Información Epidemiológica, hasta el 29 de noviembre de 2024, se han registrado un total de 19 casos distribuidos en cuatro unidades médicas, de los cuales 15 han sido validados mediante pruebas de laboratorio. La mayoría de los afectados son recién nacidos que recibieron soluciones de nutrición parenteral, un factor clave en la transmisión del brote.
La bacteria Klebsiella oxytoca es un microorganismo gramnegativo comúnmente presente en el tracto gastrointestinal de humanos y animales. Sin embargo, en ciertos contextos puede actuar como patógeno oportunista, afectando especialmente a individuos inmunocomprometidos. Este brote ha generado preocupación debido a la capacidad de la bacteria para desarrollar resistencia a múltiples antibióticos, lo que complica significativamente el tratamiento y control de las infecciones asociadas.
El brote fue detectado por la Red Hospitalaria de Vigilancia Epidemiológica (RHOVE), que identificó contaminación en una solución intravenosa con la cepa de K. oxytoca en uno de los hospitales involucrados. En respuesta, se han establecido protocolos operativos para clasificar los casos como probables, confirmados o descartados, utilizando criterios clínicos y pruebas de laboratorio.
Para mitigar la propagación de este brote, la Secretaría de Salud Federal ha emitido una alerta y ha reforzado las medidas de vigilancia epidemiológica en todo el país. Entre las acciones emprendidas se incluyen la revisión exhaustiva de los insumos hospitalarios posiblemente contaminados, liderada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), y la obligación de reportar de forma inmediata cualquier caso sospechoso.
Estas acciones buscan contener la expansión de un brote que pone en riesgo la vida de pacientes vulnerables, destacando la importancia de la rápida actuación y la coordinación entre las instituciones de salud pública.