En el contexto de crecientes tensiones globales, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, urgió a los países miembros de la alianza transatlántica a incrementar significativamente su gasto en defensa. Según afirmó este jueves en un coloquio celebrado en Bruselas, es vital actuar ahora para prevenir una “gran guerra” en territorio de la organización.
Rutte describió el panorama de seguridad global como “el peor de mi vida”, señalando que, aunque no existe una amenaza militar inminente para la OTAN, el peligro avanza rápidamente.
Un llamado a la acción inmediata
“El peligro se mueve hacia nosotros a toda velocidad. No estamos preparados para lo que se nos viene en cuatro o cinco años”, advirtió el líder de la OTAN. Esta declaración refleja la creciente preocupación de la alianza sobre las capacidades militares rusas y la necesidad de garantizar una defensa colectiva sólida.
Con estos argumentos, Rutte subrayó la importancia de que cada nación miembro cumpla con el compromiso de destinar al menos el 2% de su PIB al presupuesto de defensa, como se estableció en la cumbre de Cardiff de 2014.