Tras casi treinta años de acción desenfrenada, persecuciones imposibles y acrobacias que desafían la lógica, Tom Cruise ha llevado a Ethan Hunt al Olimpo del cine de acción. Desde su debut en 1996, la saga Misión Imposible se ha convertido en una de las franquicias más rentables y queridas del género. Pero con el reciente estreno de Misión Imposible: Sentencia Final, la gran pregunta es inevitable: ¿es este el fin del camino?

Lejos de un final definitivo
La octava entrega fue anunciada como el cierre de la historia de Hunt, un capítulo final diseñado con tintes épicos. Sin embargo, ni el director Christopher McQuarrie ni Cruise han confirmado un adiós definitivo. Ambos han dejado la puerta abierta a futuras historias, ya sea como continuación directa o a través de spin-offs con otros personajes del universo.
Declaración del director
En entrevista con Esquire, McQuarrie confesó que la idea de concluir con Sentencia Final nació más de una necesidad narrativa que de una decisión irreversible. “Nos reservamos el derecho de cambiar de opinión”, afirmó. Una declaración que, lejos de clausurar el universo de Misión Imposible, lo deja en pausa estratégica.
Un actor arriesgado
Cruise, por su parte, sigue dispuesto a arriesgar el físico por la saga. A sus 62 años, el actor ha expresado su deseo de interpretar a Ethan Hunt mientras le sea físicamente posible, aludiendo al ejemplo de Harrison Ford y su longevidad como Indiana Jones.
Todo apunta a que Sentencia Final no es un punto final, sino un punto y coma. En una industria dominada por franquicias que se rehúsan a morir, Misión Imposible parece lista para su próxima evolución. La pregunta ya no es “¿volverá?”, sino “¿cómo y con quién lo hará?”