Hoy la evidencia científica nos demuestra que el paro cardíaco súbito es producido por un trastorno eléctrico en el corazón que ocasiona ritmos letales (arritmias), como la Fibrilación Ventricular (FV) y la Taquicardia Ventricular sin pulso (TV), que impiden que el corazón pueda bombear sangre a nuestro cuerpo. Su tratamiento efectivo consiste en brindar maniobras de RCP (compresiones torácicas con ventilaciones) y una descarga eléctrica llamada desfibrilación.
La SADS Foundation (Sudden Arrhythmic Death Syndrome / Síndrome de Muerte Súbita por Arritmias) estima que el 1% de la población podría llegar a presentar un paro cardíaco súbito. El censo del 2020 por el INEGI fue de 126,014,024 personas, lo que implica que es posible que 1 millón 260 mil personas (incluyendo jóvenes, niños y bebés) podrían presentar un paro cardíaco súbito.
Lograr que nuestras escuelas, áreas de trabajo, unidades habitacionales, centros comerciales y estaciones de los diversos transportes cuenten con personal capacitado y actualizado en RCP, así como con el acceso oportuno a un DEA (Desfibrilador Externo Automatizado), incrementará las posibilidades de salvar vidas.
Es por ello que la Alianza Contra la Muerte Súbita Cardíaca en México, una iniciativa de la Sociedad Interamericana de Cardiología, fomenta y facilita tanto la capacitación en RCP (BLS / Soporte Básico de Vida) como el acceso a un DEA.
El European Resuscitation Council (Consejo Europeo de Reanimación), el International Liaison Committee on Resuscitation (ILCOR / Comité de Enlace Internacional sobre Reanimación) y la American Heart Association (AHA / Asociación Americana del Corazón) han desarrollado programas permanentes de capacitación dirigidos tanto a la población en general como a los profesionales de la salud, con el objetivo de contar con personal capacitado que brinde una RCP de calidad.
El paro cardíaco súbito se presenta entre un 75 y 80% en áreas no hospitalarias, como los hogares, escuelas, centros de trabajo, centros comerciales y oficinas. Se estima que cada 90 segundos una persona (adulto, niño o bebé) sufre un paro cardíaco. Esperar la llegada de una ambulancia sin brindar RCP, o trasladar a la persona a un hospital, sería condenarla a la muerte o, en el mejor de los casos, a sobrevivir con secuelas neurológicas.
El 21 de septiembre del 2021 se llevó a cabo en el Senado de la República la votación unánime para hacer obligatorio contar con DEAs en escuelas, unidades habitacionales, centros comerciales y de entretenimiento. Desafortunadamente, aún no se publica en el Diario Oficial de la Federación para que se considere como norma oficial ya aplicable.
No podemos esperar a que se considere obligatorio el acceso a un DEA, pues cada día que pasa las estadísticas demostrarán que habrá personas (adultos, niños, bebés) que sufrirán un paro cardíaco súbito y cuyas posibilidades de sobrevivir serán muy bajas.
Es por ello que la Alianza Contra la Muerte Súbita Cardíaca en México, una iniciativa de la Sociedad Interamericana de Cardiología, a través de su director general, el Dr. Manlio Fabio Márquez Murillo, cardiólogo/electrofisiólogo con sede en el Instituto Nacional de Cardiología “Dr. Ignacio Chávez”, implementa el reconocimiento de Zonas Cardioseguras, brindando el aval a toda aquella empresa, escuela o centro laboral que se involucre en la creación de estos espacios.
Zona Cardiosegura: es un lugar o espacio físico específico que cuenta con un programa avalado de acceso público a la desfibrilación, con el objetivo de incrementar la posibilidad de salvar vidas.
- Contar con al menos un 40% de su personal capacitado en RCP y familiarizado con el uso del DEA.
- Tener acceso a un DEA en un tiempo no mayor a 5 minutos.
También debe considerarse lo siguiente:
A) Procesos consistentes para fomentar zonas cardioseguras (estandarización de procesos, difusión/revisión de procedimientos, generación de evidencias).
B) Garantizar la operatividad de los equipos (DEA): equipos funcionales con respaldo de fábrica y aval COFEPRIS/FDA, consumibles vigentes, y ubicados en zonas estratégicas para su rápido acceso.
C) Garantizar la capacitación universal a todos los colaboradores (capacitación estandarizada, actualizada y recurrente), preferentemente cuantificable.
El aval otorgado por la SIAC no tiene costo alguno y debe renovarse cada año a través de evidencias de los puntos A, B y C.
Juntos salvemos vidas.