La Fórmula 1 no solo ha dominado las pistas del automovilismo en las últimas décadas, también ha conquistado los reflectores del entretenimiento global. La nueva película protagonizada por Brad Pitt promete combinar el vértigo de las carreras con un drama humano profundo. Dirigida por Joseph Kosinski (Top Gun: Maverick), el filme lleva a la audiencia al corazón de un deporte donde la tecnología, la velocidad y la presión psicológica convergen.
Brad Pitt interpreta a un expiloto que regresa del retiro para formar parte de un equipo ficticio llamado APXGP, fungiendo como mentor de un joven talento. Más allá del cliché del regreso, la película explora los fantasmas internos de los deportistas, la constante lucha entre el ego, el desgaste físico y la necesidad de trascender. Todo esto bajo el marco real del mundo de la F1: la cinta ha sido filmada en eventos oficiales con cámaras colocadas en autos reales y acceso sin precedentes al paddock y a los pits.

El realismo es clave en este proyecto. La participación activa de equipos como Mercedes-AMG y pilotos como Lewis Hamilton (también productor) aseguran que el guion, aunque dramático, esté anclado a la experiencia del automovilismo real. El resultado es una obra que no se queda en el espectáculo, sino que ahonda en el desgaste humano y la gloria efímera.