SEXO Y MATERNIDAD

Para quedar embarazados necesitamos tener sexo. Esa maravillosa experiencia placentera fue la causante en muchas ocasiones planeada y deseada de concebir un bebe.  En otras ocasiones si deseado, aunque no planeado. Pero al final cuando el embarazo es bien recibido y va a ser acompañado empieza a suceder principalmente en el cuerpo de la mujer una serie de cambios y transformaciones que van a contribuir al desarrollo del futuro ser. 

Pero en esta ocasión no vamos a hablar de los cambios en el embarazo, si no mas bien del impacto de un embarazo en la vida sexual de la mujer. La realidad es que hay una serie de mitos y desinformación al respecto, se cree por ejemplo que la vida sexual podría afectar al bebé, cuando en realidad no es cierto. 

Los tres mitos mas comunes: miedo a dañar al feto: puede creerse que tener relaciones sexuales puede producir un aborto, iniciar el proceso de parto o romper las membranas. Esto no puede ser ya que el cuello del útero esta cerrado y da una distancia entre el canal vaginal y las membranas amnióticas.

Dos, las mujeres pierden la líbido por los cambios hormonales: y la realidad es que la libido está influenciada por distintos factores, no solo hormonales. Investigaciones demuestran que aproximadamente un 40% de las mujeres refieren una disminución de la libido, pero para el restante 60% permanece igual e incluso puede aumentar. Sin embargo, esta disminución esta mas relacionada con factores psicológicos que hormonales. Y un tercer mito: el embarazo nos protege de ITS. Esto es absolutamente falso. No protege, e incluso puede contagiarse y transmitirlos. Además, las ITS pueden afectar el embarazo o enfermar directamente al bebé o recién nacido.

De hecho, los médicos aseguran que tener vida sexual durante el embarazo puede producir beneficios como: se liberan endorfinas y encefalinas: hormonas encargadas del bienestar, hay una mejor lubricación vaginal: al tener mayor flujo sanguíneo también aumentan las secreciones vaginales y esto puede brindar mayor placer. Alivia dolores y molestias: funciona como un analgésico. Aporta beneficios emocionales: refuerza la conexión y el vínculo de pareja

Los médicos afirman que si hay momentos donde las relaciones sexuales podrían estar contraindicadas: cuando existe un sangrado, si existen síntomas de parto prematuro, si se tiene una ITS, si se rompe la bolsa amniótica. Depende de cada mujer en cuanto a la intensidad de las molestias características por ejemplo del primer trimestre del embarazo, si esta etapa puede tener o no alguna afectación a la vida sexual. Algunas mujeres (y es importante precisar que no todas) pueden sentir mayor sensibilidad en las mamas, cansancio, náuseas ascos y vómitos. Pero la realidad es que no todas y no siempre. Porque de hecho la revolución hormonal que sucede en esta época podría generar un aumento de libido en las primeras semanas. En el segundo trimestre el cuerpo ya tiene menos cambios, aún la mujer no esta incomoda, pero si se pueden experimentar nuevas sensaciones. En el tercer trimestre el tamaño del vientre puede dificultar algunas posiciones durante el sexo, sin embargo, si no tiene ninguna contraindicación médica es seguro mantener relaciones sexuales. 

Es importante siempre escuchar al cuerpo, hablar con la pareja, y con el medico en caso de dudas o inquietudes. Con mucha seguridad muchos de los temores y miedos son consecuencia de cosas que ignoramos, de mitos y creencias erróneas. Además, es importante recordar que estar embarazada no es una enfermedad, sino parte de un proceso natural que sucedió como consecuencia de tener sexo, y que la actividad sexual durante el embarazo reforzará el vínculo con la pareja. 

Es importante recordar que la sexualidad no se acaba ni empieza en los genitales. Las caricias, los masajes, buscar y encontrar otras zonas erógenas más allá de las habituales, puede ser situaciones que puedan ser más apetecibles que una relación coital. Por eso es muy importante la comunicación en la pareja. Para que este hermoso momento vital no dañe el vínculo de la pareja.

El posparto, es otro momento que conlleva muchos retos y complejidades, como el reajuste hormonal, (que no tiene tanto peso como uno imagina), la lactancia, el nivel de energía, la imagen corporal, el ajuste a los nuevos roles sociales, la calidad de la relación de pareja, el apoyo externo, el cansancio, las pocas horas de sueño, la falta de intimidad (por las constantes visitas o tener a las madres/suegras en casa) por mencionar algunos de los factores relacionados. 

Y es común entonces que se ocupe todo el tiempo al cuidado y la crianza de ese pequeño ser, reemplazando los demás roles, principalmente la relación de pareja y la vida sexual, pensando que no va a haber consecuencias como lo puede haber si se deja al bebé solo, o si no se va al trabajo, pero la realidad es que las consecuencias pueden ser desastrosas al abandonar el vínculo. El deseo sexual puede tener mucha variabilidad en esta época por lo que es fundamental el apoyo y la comunicación para poder ir retomando poco a poco la vida sexual en pareja. 

Mientras sucede la primera época del posparto es importante que la nueva mamá se sienta cuidada, acompañada. Ambos padres necesitan estar descansados. Es una época que cambia nuestra vida, y eso no significa que vaya a pasar algo malo, puede ser la oportunidad perfecta para reevaluar la sensualidad, la concepción del erotismo y del cuerpo, así como la creación de nuevos acuerdos en la relación. 

El retorno a la vida sexual requiere cierto tiempo. Es necesario iniciar con acercamientos sexuales no coitales, volver a ejercitar la musculatura de la vagina, y si fuera el caso de que la lubricación sea escasa, el uso de lubricante. Ser madre es una experiencia que cambia y revoluciona nuestra vida, pero no significa que se tenga que abandonar el sexo…. Solo date tu tiempo, pide lo que necesites y a disfrutar. 

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