BOUDOIR: LA FOTOGRAFIA COMO UN MEDIO DE AUTODESCUBRIMIENTO ERÓTICO

La fotografía se puede considerar una forma de arte, busca expresar emociones, ideas y conceptos a través de imágenes. La fotografía artística tiene el foco en la intención de transmitir un mensaje creativo, pudiendo despertar emociones, reflexiones o sensaciones en el espectador. Los retratos buscan explorar la personalidad y la esencia de las personas. Pero ¿cuándo la fotografía tiene tintes eróticos, que busca? ¿se puede hacer de la fotografía un medio de autodescubrimiento y empoderamiento? Sí, sí se puede. Con la fotografía Boudoir

La fotografía boudoir es un tipo de fotografía íntima y sensual que busca retratar la belleza y la confianza de una persona en un entorno privado, como su habitación, baño o enfrente de un tocador. El término francés “Boudoir” se refiere a un espacio privado donde las mujeres se arreglaban. Este tipo de fotografía se remonta a la década de 1940y ha sido popular desde entonces. 

Es importante diferenciar la fotografía boudoir de otro tipo de imágenes de cuerpos de mujeres y hombres con tintes sexuales. Por ejemplo, en la fotografía pornográfica todo es visible, la imagen se ofrece sin velos, muestra al cuerpo, realizando poses de corte sexual. En la fotografía erótica se muestra la desnudez. En la fotografía boudoir no necesariamente se muestra el cuerpo desnudo, sino más bien se caracteriza por su enfoque en la intimidad, buscando realzar la belleza y la confianza, donde se pueda mostrar el lado más sensual y personal de la modelo.

Donde más que buscar provocar, ser presa de la mirada, la excitación y el placer de quien mira, (que si sucede) la intención es retratar la intimidad. Pretende reflejar el ambiente en el que una mujer se prepara, se arregla, se viste o se maquilla, donde la modelo esta en un momento íntimo y delicado más consigo misma más que “mostrándose” a los demás. En la fotografía boudoir se trata más de insinuar que de enseñar, de sugerir sin mostrar. 

No es que un tipo de fotografía sea mejor que otro, sino mas bien que persiguen objetivos distintos. Por ejemplo, en la fotografía boudoir se pueden realizar retratos de mujeres en ropa interior frente a su tocador disfrutándose a sí misma en ese ambiente de intimidad, pero también se pueden hacer fotografías de parejas en un entorno privado, mostrando su conexión y afecto. O pueden ser también retratos de hombres en ropa interior, mostrando su propia belleza y confianza. Y aún más se puede hacer una sesión de fotografías de una mujer embarazada, sola o con su pareja, con poca ropa, disfrutando de la belleza de su cuerpo, de la majestuosidad de su abultado vientre. 

La fotografía boudoir puede ser utilizada con diferentes propósitos: como regalos para sus parejas, como un recuerdo de pareja en un aniversario, para celebrar la belleza femenina o la sensualidad de un embarazo. Pero en esta ocasión quiero proponer otro propósito: el autodescubrimiento. 

De la belleza que todos los cuerpos y edades tienen, de la sensualidad intrínseca que todos los seres humanos tenemos. Situaciones que terminan brindando un alto grado de confianza y seguridad. Entonces mandarte a hacer un portafolio de fotografías boudoir para ti misma/o puede ser un gran regalo personal, que te puede ayudar a encontrar esa diosa sensual/sexual que todas las mujeres tenemos, y en el caso de los varones, poder complementar con la sensualidad y el placer erótico más allá de lo sexual. 

Realizar una sesión de boudoir puede ser una herramienta poderosa que permite a las personas -mujeres y hombres, ellas/ellos/elles- poderse ver a sí mismas bajo una nueva luz, revelando una faceta oculta de su personalidad, dando como resultado un empoderamiento sexual.

Una sesión de fotos boudoir busca explorar la sensualidad de una manera elegante y artística, donde permite conectar con la propia sensualidad y a abrazarla. Ayuda a aumentar la confianza y la positividad corporal porque encuentra la belleza independientemente de los estándares de belleza convencionales. Puede ser un espacio seguro de autoexpresión, permitiendo explorar la propia identidad y la individualidad. Celebra al cuerpo tal y cómo es, apreciando lo único que es. 

Para mi experiencia tanto personal como cuando acompaño procesos terapéuticos resulta un poderoso acto de autoexpresión. Puedo resumir la experiencia como una terapia de amor propio, de reconexión, y de descubrimiento y reafirmación personal. 

Te invito a que pruebes. Solo antes te doy unas recomendaciones. Contrata un fotógrafo/a profesional especializado en este tipo de fotografía, alguien que principalmente sea recomendada/o por alguien que ya se haya realizado una sesión.  Entrevístate, conoce su estudio y sus antecedentes. Es importante la confianza y seguridad que pueda transmitirte para que la sesión pueda salir perfecta. Desafortunadamente en una sesión de fotos boudoir estamos muy expuestas, por lo que es básico sentirse en seguridad y confianza. 

Pero si no vas a contratar a alguien, puedes ayudarte de un grupo de amigas, donde, aunque no sean profesionales, puedan en un ámbito de seguridad y confianza jugar a ser fotografías y modelos. Elige una habitación de hotel con buena iluminación, ropa sensual, un maquillaje natural y a jugar. Hay muchas paginas web que pueden dar ideas y puede ser una manera de iniciarte en este viaje de autodescubrimiento. Y cuando tengas a una fotógrafa de confianza entonces no dudes en regalarte esa terapia de amor propio. 

“No fotografíes las cosas como aparecen

Fotografíalas como las sientes”

David Alan Harvey

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