Durante mis años como estudiante de medicina, descubrí que la literatura también podía contribuir a la ciencia. En su novela Los papeles póstumos del Club Pickwick (1836), Charles Dickens retrata al personaje “Joe el Gordo”, un joven que se quedaba dormido en cualquier lugar. Hoy sabemos que ese comportamiento puede reflejar un trastorno grave y común: la apnea obstructiva del sueño (AOS).
¿Qué es la AOS?
Se trata de un trastorno respiratorio crónico, caracterizado por pausas repetidas en la respiración durante el sueño, causadas por obstrucciones parciales o completas de la vía aérea superior. Esto no solo interrumpe el descanso, sino que también reduce los niveles de oxígeno en sangre, alterando el funcionamiento del cuerpo
Una epidemia global y mexicana
En un artículo publicado por la revista Lancet en 2019 estimó que cerca de mil millones de personas entre 30 y 69 años podrían padecer apnea del sueño. En México, los datos son igualmente alarmantes: aproximadamente uno de cada cuatro adultos tiene alto riesgo de sufrir AOS, impulsado por la prevalencia de obesidad, diabetes y sedentarismo.
¿Cómo reconocerla?
Muchos pacientes reportan fatiga persistente, ronquidos intensos, despertares nocturnos, nicturia (levantarse a orinar en la noche), dolores de cabeza matutinos o hipertensión arterial difícil de controlar. También puede asociarse con irritabilidad, falta de concentración y accidentes por somnolencia.
¿Qué consecuencias tiene?
Cada episodio de apnea interrumpe el sueño y provoca una respuesta de estrés en el cuerpo. Esto activa el sistema nervioso simpático, eleva la presión arterial y favorece la aparición de arritmias, diabetes, infartos y eventos cerebrovasculares. Es una condición que no solo afecta el descanso, sino que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico se realiza mediante estudios del sueño como la polisomnografía o la poligrafía respiratoria. El tratamiento más eficaz es el uso de CPAP (presión positiva continua en las vías aéreas), que mantiene la vía aérea abierta durante la noche. También pueden considerarse cirugías si hay anomalías anatómicas como amígdalas grandes o desviaciones del tabique nasal.
¿Nuevos tratamientos? Tirzepatida y su rol emergente
Un enfoque innovador es el uso de tirzepatida, un medicamento aprobado para diabetes tipo 2 y obesidad. Se ha observado que al reducir significativamente el peso y la grasa en zonas clave (como el cuello), mejora los síntomas de AOS. Además, contribuye a disminuir la
inflamación sistémica, mejorar el control glucémico y la presión arterial, todo lo cual impacta positivamente en el sueño. La apnea obstructiva del sueño sigue siendo un problema subdiagnosticado. Dormir mal no es solo cuestión de cansancio: puede ser una señal de alarma. Si usted o alguien cercano presenta síntomas sospechosos, no lo ignore. Consultar al médico puede marcar la diferencia entre una vida con calidad… y una con complicaciones que pueden llegar a ser graves.