Seguramente nadie piensa en enfrentar una emergencia en la que su bebé no esté respirando, ya sea por ahogamiento o asfixia.
Estas emergencias no pueden esperar la llegada de una ambulancia para ser atendidas. Trasladar al bebé al hospital sería condenarlo a la muerte o a sufrir daño cerebral por la falta de oxígeno.
Ante un paro ventilatorio:
- Solo se cuenta con 3 a 4 minutos antes de que el cerebro empiece a sufrir por la falta de oxígeno.
- A los 6 minutos comenzará el daño cerebral.
- A los 10 minutos, el cerebro puede morir.
En estos casos, cuando un bebé se ahoga, se asfixia, se intoxica y deja de ventilar pero aún tiene pulso, es indispensable aplicar la técnica de ventilación de salvamento.
Una vez que se haya verificado que el área donde se encuentra el bebé es segura, inicie la ayuda de inmediato y solicite que se active el servicio de emergencias llamando al 9-1-1.
Acueste al bebé boca arriba, preferentemente sobre una mesa (no en el piso).
Si detecta que el bebé no está ventilando pero aún tiene pulso, debe iniciar la ventilación de salvamento.
La ventilación de salvamento aplicada a un bebé (desde recién nacido hasta un año de edad) se realiza de la siguiente manera:
- Colóquese de lado al bebé, que debe estar acostado boca arriba sobre la mesa.
- Coloque la palma de una de sus manos, la más cercana a la cabeza del bebé, sobre su frente.
- Con los dedos índice y medio de la otra mano, sujete la parte ósea de la barbilla del bebé (evite la parte blanda).
- Inmediatamente, eleve suavemente la barbilla del bebé con los dedos y mantenga ligera presión en la frente con la otra mano. Este procedimiento evita que la lengua obstruya la vía aérea.
- Selle con su boca abarcando completamente la boca y nariz del bebé (para evitar fugas), y sople con cuidado hasta que observe que el pecho del bebé se expande (puede mirar de reojo). Esto le indicará que el aire está entrando en los pulmones. Evite soplar con demasiada fuerza, ya que el aire puede dirigirse al estómago, provocando vómito y riesgo de broncoaspiración (que el contenido gástrico pase a los pulmones).
- En cuanto observe que el pecho se ha expandido, retire su boca para permitir la exhalación.
- La ventilación debe brindarse a razón de una cada 3 segundos, lo que equivale a 20 ventilaciones por minuto.
- Después de completar 20 ventilaciones, verifique si el bebé ya respira por sí solo y si el pulso continúa presente. Si el bebé aún no respira pero mantiene el pulso (no se desespere), repita el ciclo de 20 ventilaciones tantas veces como sea necesario hasta lograr que la respiración se restablezca.
Si el bebé deja de tener pulso, debe iniciar inmediatamente las maniobras de RCP.
Juntos salvamos vidas.