LOS RIESGOS DEL CHEMSEX

Por: ANA LAURA ROSAS BUCIO

Cuando tenemos actividades sexuales se segregan una gran cantidad de sustancias químicas en nuestro cuerpo como la dopamina un neurotransmisor relacionado al placer, la oxitocina que fomenta los vínculos emocionales, la adrenalina que incrementa los niveles de excitación, la serotonina que ayuda a regular el estado de ánimo y el sueño, y por supuesto la testosterona hormona clave en el deseo sexual, la endorfinas, que nos relajan, nos dan felicidad y participan en el apego, las feromonas que participan en la atracción física. Nuestro cerebro y nuestro cuerpo produce una gran cantidad de hormonas y neurotransmisores que además de la experiencia subjetiva involucrada en el sexo hacen que la actividad sexual sea tan placentera. 

Sin embargo, parece que a algunas personas toda esa química no les es suficiente. Existe una práctica sexual de riesgo denominada “Chemsex” que se entiende como un “uso intencionado de drogas para tener relaciones sexuales por un periodo largo de tiempo (que puede durar varias horas hasta varios días)” una práctica más común entre hombres gays, bisexuales y hombres que tienen sexo con otros hombres. El término chemsex surge de la unión de las palabras Chem (chemicals/ químicos) y sex, lo que entonces significa sexo con químicos. 

La práctica del chemsex suele suceder en casas particulares, pero también puede darse en saunas, clubes de sexo, hoteles, así como zonas de cruising (una practica sexual que consiste en tener sexo en lugares públicos como parques, bosques, playas, baños públicos, cabinas, o lugares solitarios en general). Es una practica que puede realizarse en solitario, en parejas, tríos y con frecuencia en sexo grupal. 

Algunas de las sustancias mas frecuentemente asociadas al chemsex son el GHB/GBL (éxtasis líquido, es un potente depresor del sistema nervioso central que no debe ser consumido con alcohol), mefedrona, metanfetaminas, poppers, cocaína, ketamina, viagra, siendo habitual el poli consumo. 

La práctica de chemsex tiene implicaciones graves para la salud, incluyendo un alto riesgo para la adquisición y transmisión de VIH y otras ITS, se ha encontrado que 3 de cada 10 pacientes atendidos en las consultas de VIH han practicado chemsex, así como es elevada la incidencia en pacientes con virus de hepatitis C. Además, está el consumo problemático de sustancias, adicción, graves impactos sobre la salud mental, deterioro físico, reducción del rendimiento laboral o académico, deterioro de las relaciones familiares y sociales 

Además, las sustancias químicas utilizadas van a dejar distintas consecuencias como el sildenafil tiene como riesgo hipotensión grave, GHB, alteraciones del sistema nervioso central, depresión respiratoria, coma o la muerte, metanfetamina: hipertensión, taquicardia, deshidratación, psicosis, y además es importante mencionar que cuando este tipo de sustancias se mezclan con antirretrovirales, las sustancias se incrementan y potencializan los riesgos aún más.

El motivo por el cual las personas que practican chemsex aunque sea una practica muy peligrosa tiene que ver con la idea de poder conseguir experiencias sexuales sensorialmente mas intensas, ya que se dice que el efecto de las sustancias acentúa la intensidad del deseo, de la excitación, de los orgasmos, así como un mayor rendimiento sexual al poder tener mejores erecciones o retardarlas o recuperarse rápidamente, y así poder tener mas relaciones sexuales con la misma persona o con otras, buscando entonces tener un “mejor aguante físico y poder prolongar el tiempo de las sesiones sexuales”. El consumo de las sustancias facilita la euforia y la desinhibición sexual que puede llevar a la realización de fantasías o de determinadas prácticas extremas que podrían ser peligrosas, dolorosas (como el fisting) o relaciones en las que se ejerce dominación, violencia y que suelen estar sujetas a fuertes cargas morales como urofilia, coprofilia, zoofilia, etc. 

Sin embargo, es muy importante enfatizar que, aunque parezca que el consumo de drogas pareciera “mejorar” las actividades sexuales de los hombres, esta practica pone en riesgo su seguridad, su integridad y su vida, así como su salud física, mental y sexual. Las practicas de chemsex también están relacionadas con traumatismos en el pene o en el recto por la mayor duración de las actividades sexuales.

A todos nos gusta el sexo, y por supuesto nos gustaría que una vez que lo iniciamos no se terminara, pero hay realidades que por una situación están presentes. Forzar a nuestros cuerpos a que “tengan un rendimiento” mayor al que de manera natural sucede, es obligar a nuestro cuerpo a trabajar de una manera que no es saludable y que por lo tanto va a dañarnos. Conocer nuestro cuerpo, respetarlo, puede asegurarnos tener una larga y sana vida. 

Consumir sustancias daña nuestra salud, y tener practicas sexuales mientras estamos drogados disminuye a percepción de riesgos, lleva a tener practicas sexuales sin el uso de preservativo, dando como resultado incrementar 5 veces mas el riesgo de adquirir VIH, cuatro veces mas riesgo de contraer ITS, nueve veces mas riesgo de contraer VHC, además de que el uso continuado de drogas con finalidades sexuales puede conllevar la incapacidad de disfrutar del sexo sin ellas, así como que el uso de drogas puede poner a la persona a no poder dar su consentimiento sexual, y ser objeto de violencia sexual. Con relación a los efectos para la salud mental se han encontrado a mediado y largo plazo, ansiedad, depresión, ideas de suicidio, irritabilidad, agresividad, síntomas psicóticos, alteraciones de memoria, cambios de personalidad.

Si has tenido practicas de chemsex, es importante busques ayuda. No vale la pena que por tener sesiones de sexo “intensas” pongas en peligro tu salud física, mental o tu vida. Quiérete, cuídate, ten amor propio…. Una larga sesión de sexo no vale tu vida. 

Noticias recientes

Artículo anterior
Artículo siguiente

Related articles

¿Tienes un evento social en puerta?

spot_imgspot_img