Por Valeria Vázquez
China ha impuesto nuevos aranceles a productos clave de Estados Unidos como represalia a las tarifas aplicadas por el gobierno de Donald Trump. La medida, anunciada el 4 de febrero, incluye gravámenes de entre el 10% y el 15% sobre bienes estratégicos como el petróleo crudo, el gas natural licuado y la maquinaria agrícola.
Con esta acción, Pekín intensifica una disputa comercial que lleva años sin resolverse. Además de los aranceles, China implementará restricciones en la exportación de minerales estratégicos como el tungsteno y el telurio, y abrirá una investigación antimonopolio contra Google.
Por su parte, Trump ha anticipado más aranceles dirigidos a sectores como el acero y el aluminio, argumentando que Estados Unidos no puede tolerar barreras comerciales injustas. A medida que ambos países soportan sus posiciones, los mercados internacionales observan con incertidumbre el desarrollo de esta creciente confrontación económica.
