Aumenta la percepción de inseguridad en Querétaro y Culiacán: INEGI revela las posibles causas
Las ciudades de Culiacán, Sinaloa, y Querétaro, Querétaro, registraron los incrementos más significativos en la percepción de inseguridad durante el último trimestre de 2024, según información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). La Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), presentada este día, reveló que el 90.6% de los habitantes mayores de 18 años en la capital sinaloense percibió su entorno como inseguro entre octubre y diciembre de 2024, lo que representa un incremento de 34.9 puntos porcentuales respecto al sondeo previo, realizado en septiembre, donde se registró una percepción del 55.7%.
Este aumento ubicó a Culiacán como la cuarta ciudad con mayor percepción de inseguridad en el país, precedida únicamente por Villahermosa, Tabasco; Uruapan, Michoacán; y Fresnillo, Zacatecas. Por su parte, aunque Querétaro no figuró entre las ciudades con mayor porcentaje de percepción de inseguridad, sí experimentó el segundo incremento más significativo, al pasar del 38.3% al 66.1%, un aumento de 27.8 puntos porcentuales.
En Culiacán, los altos niveles de percepción de inseguridad coinciden con la intensificación de la violencia atribuida a la pugna entre facciones del Cártel de Sinaloa, específicamente entre Los Chapitos y La Mayiza. Octubre fue particularmente violento, con un promedio de 5.9 homicidios dolosos diarios, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Aunque en noviembre y diciembre hubo una leve disminución, los promedios diarios se mantuvieron elevados, con 5.8 y 5.1 asesinatos, respectivamente.
En Querétaro, un incidente ocurrido el 9 de noviembre marcó un punto de inflexión en la percepción de inseguridad. Un comando armado ingresó al bar ‘Los Cantaritos’ con el objetivo de asesinar a Fernando González Núñez, alias ‘La Flaca’, presunto operador del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). El ataque dejó un saldo de 10 víctimas mortales y fue atribuido a la disputa entre el CJNG y el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) por el control del huachicoleo en la región. Este hecho, sumado a otro ataque ocurrido días antes, motivó operativos de inspección en bares de la ciudad, muchos de los cuales operaban de manera irregular. Posteriormente, el gobernador Mauricio Kuri reconoció que los actos de violencia respondían a la lucha entre los grupos criminales antes mencionados.