La relación entre Liam Lawson, piloto de Fórmula 1, y los aficionados mexicanos se deterioró durante y después del Gran Premio de México 2024 debido a una serie de incidentes tanto en pista como fuera de ella. Este conflicto ha captado la atención de la comunidad automovilística y ha generado una ola de críticas hacia el joven piloto neozelandés.
El incidente en pista con Sergio Pérez
Durante la carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez, Lawson y Sergio “Checo” Pérez protagonizaron un contacto en la vuelta 19 que dañó el monoplaza del piloto mexicano, afectando su desempeño en la competencia. El choque fue polémico, con aficionados y expertos señalando a Lawson como responsable. Sin embargo, lo que realmente encendió las redes sociales fue un gesto considerado ofensivo que el neozelandés dirigió hacia Pérez después del incidente, lo que muchos interpretaron como una falta de respeto.
Las declaraciones posteriores
Aunque Lawson se disculpó públicamente por el gesto, sus declaraciones posteriores no ayudaron a calmar la situación. En una entrevista, afirmó: “No estoy aquí para hacer amigos, sino para competir”, una postura que fue percibida por muchos como desafiante y poco empática, especialmente en un contexto donde los aficionados mexicanos veían a Pérez como una figura nacional.
El reemplazo de Pérez en Red Bull
La tensión escaló aún más cuando se anunció que Liam Lawson sustituiría a Pérez en Red Bull Racing para la temporada 2025. Esta decisión, aunque basada en factores deportivos, fue recibida con descontento entre los fanáticos mexicanos, quienes interpretaron el movimiento como una falta de lealtad hacia el piloto mexicano. En redes sociales, Lawson se convirtió en blanco de críticas, insultos e incluso amenazas por parte de algunos seguidores.
El impacto en la imagen de Lawson
El joven piloto expresó su sorpresa por la magnitud de las reacciones negativas, admitiendo que no esperaba una respuesta tan intensa. Sin embargo, algunos sectores de la comunidad de la Fórmula 1 defendieron a Lawson, argumentando que los conflictos en pista son parte del deporte y que las decisiones de las escuderías no son responsabilidad directa de los pilotos.
Un conflicto con varias aristas
El “odio” hacia Liam Lawson en México combina elementos deportivos, emocionales y culturales. Para muchos mexicanos, Checo Pérez no es solo un piloto, sino un símbolo nacional, por lo que cualquier acción percibida como una afrenta hacia él tiene un impacto desproporcionado. Por su parte, Lawson enfrenta el desafío de demostrar su valía en un ambiente polarizado, mientras lidia con las críticas de una parte significativa de la afición.
Este caso es un recordatorio del impacto emocional que puede tener la Fórmula 1 en los fanáticos y de cómo las dinámicas dentro y fuera de la pista pueden influir en la percepción pública de los pilotos.
¿Crees que Liam Lawson podrá superar esta controversia y ganarse la aceptación de los aficionados mexicanos?