El Mastín Inglés, también conocido como Mastiff, es una de las razas de perros más antiguas y emblemáticas del mundo. Con orígenes que se remontan a la época previa a los romanos, este perro destaca por su impresionante tamaño y su carácter noble.
Origen y personalidad
El Mastín Inglés es conocido por su robusta estructura física. Al llegar a la adultez, puede alcanzar entre 72 y 80 cm de altura y pesar hasta 73 kg. Su pelaje corto puede ser albaricoque, leonado o atigrado. A pesar de su apariencia imponente, es un perro tranquilo, cariñoso y leal a su familia.
Históricamente, esta raza fue utilizada por los romanos como perros de guerra y gladiadores. Enrique VIII llegó a regalar 400 mastines al emperador Carlos V para reforzar sus ejércitos.
Un compañero leal
El Mastín Inglés es ideal para familias con niños mayores debido a su tamaño. Es protector, paciente y su lazo afectivo con los miembros de la familia es inquebrantable.
Beneficios de tener un perro
Según un estudio de Human Animal Bond Research Institute (HABRI), la convivencia con perros mejora la salud física y emocional. Reduce el estrés, regula la presión arterial y fomenta la liberación de hormonas relacionadas con el bienestar.
Un 61% de los dueños de perros aseguró que estaría dispuesto a cambiar de casa para que su mascota estuviera cómoda, demostrando el fuerte vínculo que se crea entre humanos y sus compañeros peludos.
El Mastín Inglés no solo es un perro de gran presencia, sino también un miembro leal y cariñoso de la familia.