Jason Momoa ha encontrado en Fast & Furious X una oportunidad única para explorar su lado más oscuro interpretando a un villano, un cambio refrescante respecto a sus roles habituales de héroe en grandes producciones. Este giro contrasta con sus icónicas apariciones como Aquaman en el Universo DC, un personaje que le ha consolidado como una figura clave en el cine de superhéroes y que parece tener un futuro asegurado bajo la dirección de James Gunn.
Sin embargo, antes de reinar los océanos, Momoa estuvo cerca de formar parte del Universo Cinematográfico de Marvel. Gunn, en su etapa como guionista y director de Guardianes de la Galaxia, consideró al actor para el papel de Drax el Destructor, personaje que eventualmente encarnó Dave Bautista. La interpretación de Bautista se ha convertido en un referente, pero en su momento Momoa rechazó el papel, argumentando que no le atraía ser “otro extraterrestre lleno de pintura y sin camiseta”, una experiencia que ya había vivido durante cuatro años en la serie Stargate: Atlantis.
El rechazo no fue una pérdida para Momoa, quien aprovechó para diversificar su carrera, incluso dirigiendo una película. Además, elogió la actuación de Bautista como Drax, calificándola de “perfecta para el papel”. Hoy, tanto el público como los actores parecen haber salido ganando, con Momoa triunfando en el universo DC y Bautista consolidándose en Marvel.