Por Vannia Carmona
En 2024, los casos de rabia humana han aumentado significativamente en las Américas, duplicándose respecto a 2023 al pasar de 10 a 19 afectados. México, Haití y Guyana Francesa lideran como focos rojos con tres casos cada uno. La rabia, una enfermedad históricamente controlada en muchas regiones, ha vuelto a mostrar un repunte que afecta tanto a países en vías de desarrollo como a naciones avanzadas, como Canadá, que reporta un caso este año.
En México, las autoridades confirmaron tres muertes en Quintana Roo, Michoacán y Oaxaca, vinculadas a murciélagos y un gato infectado. Esto posiciona al país como el segundo con mayor número histórico de casos en América, acumulando 1,600 entre 1970 y 2024. A pesar de importantes avances en años anteriores, los registros actuales evidencian la necesidad de reforzar estrategias de prevención, vacunación y manejo adecuado de animales potencialmente transmisores.
Además, el reporte de 166 animales infectados con rabia en México entre enero y agosto de 2024 —un aumento respecto al promedio anual— pone en alerta a las autoridades. Bovinos, equinos y murciélagos figuran entre las especies más afectadas, destacando la persistencia de focos en áreas rurales y agrícolas. Los expertos subrayan que la vigilancia epidemiológica, el acceso a vacunas y la educación comunitaria son esenciales para controlar esta peligrosa enfermedad, cuyo impacto no solo afecta la salud pública, sino también las actividades económicas y sociales.