Ciudad de México, 25 de octubre de 2024. México se ha convertido en el centro de atención del derecho constitucional global con la clausura del Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional. Durante tres días, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) fueron sede de un evento que no solo reunió a expertos de diversas latitudes, sino que además planteó debates cruciales para el futuro del constitucionalismo. La conclusión del congreso no solo marcó el final de una serie de conferencias, sino que abrió una nueva etapa en la colaboración internacional para fortalecer los sistemas judiciales y constitucionales.
Este congreso se desarrolló en un contexto clave para México, en medio de reformas constitucionales importantes y un intenso escrutinio sobre el poder judicial. El país fue el escenario perfecto para que juristas y académicos de distintos países intercambiaran ideas sobre los retos contemporáneos del derecho constitucional, desde la reforma judicial hasta la adaptación de principios antiguos a nuevas realidades.
Una clausura memorable y participativa
El último día del congreso dejó una impresión duradera. Destacadas figuras del ámbito académico internacional presentaron sus análisis y propuestas sobre la evolución del derecho constitucional. Desde Venezuela, el Dr. Michael Núñez Torres abordó el “Problema del Sistema de Fuentes del Derecho”, reflexionando sobre las bases normativas que sostienen los sistemas legales modernos y cómo estas deben adaptarse a los cambios sociales.
Uno de los momentos más esperados fue la intervención del Dr. Idrissa Sangaré de la República de Mali. Su ponencia sobre la “Carta de Manden”, una de las constituciones más antiguas del mundo, destacó cómo los valores de justicia y dignidad presentes en este documento del siglo XIII siguen siendo relevantes en la actualidad. Su exposición recordó que los principios fundamentales del derecho son universales y atemporales, y que África ha sido y sigue siendo una fuente vital de pensamiento jurídico.
Desde Europa, el Dr. Krystian Complak de Polonia ofreció una visión profunda sobre el concepto de dignidad humana, destacando su centralidad en las constituciones de Francia y Alemania. Esta noción, según Complak, es clave para la promoción de los derechos humanos a nivel global, creando un marco de respeto y equidad que cruza fronteras. Este tipo de reflexiones contribuyó a que el congreso se convirtiera en un espacio de convergencia donde el derecho constitucional fue examinado desde una perspectiva verdaderamente internacional.
México, hacia una justicia constitucional moderna
El evento no fue solo una vitrina para el intercambio académico, sino también un escenario para proponer cambios concretos en México. Entre las propuestas más destacadas estuvo la creación de un Tribunal Constitucional en el país, presentada por el Dr. José Roberto Salinas Padilla. Este tribunal, de acuerdo con los expertos presentes, podría ser una herramienta clave para garantizar una justicia más equitativa y eficiente en México. La idea, respaldada por una amplia gama de juristas, fue vista como una señal de que el país está listo para dar un paso decisivo en la modernización de su sistema judicial.
Además, el congreso puso sobre la mesa la obra “POWER LAW” del Dr. Salinas, un texto que invita a reflexionar sobre las dinámicas del poder y la ley. Este libro, ampliamente discutido en las sesiones del congreso, plantea cuestiones fundamentales sobre la autoridad, la justicia y su impacto en las sociedades modernas, resonando con los debates sobre el futuro del derecho constitucional.
Un legado para el futuro
El Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional no solo dejó un legado académico, sino que colocó a México en el mapa internacional como un referente en la evolución del derecho. La calidad de las ponencias, la diversidad de los enfoques y el compromiso de los asistentes con la justicia y la dignidad humana refuerzan la idea de que el constitucionalismo no es solo un campo de estudio, sino una herramienta vital para construir sociedades más justas y equitativas.
Con este evento, México reafirma su papel en la escena jurídica global y promete ser un espacio donde el debate constitucional seguirá floreciendo, inspirando a nuevas generaciones de juristas a continuar luchando por un mundo más justo y respetuoso de los derechos humanos.