Por Fernanda Sánchez
La presión de las políticas gubernamentales para impulsar el crecimiento económico está desatando una crisis global de salud mental, especialmente entre las personas en situación de pobreza, advirtió el experto de la ONU en extrema pobreza y derechos humanos, Olivier De Schutter, en su reciente informe.
Según el relator especial, la búsqueda constante de crecimiento económico está creando una “marea de mala salud mental” en la población más vulnerable, particularmente en quienes viven con bajos ingresos. Actualmente, cerca de 970 millones de personas —alrededor del 11% de la población mundial— enfrentan trastornos mentales, y el riesgo de padecer depresión o ansiedad es tres veces mayor entre las personas con ingresos bajos frente a quienes tienen mayores recursos económicos.
Las consecuencias de una economía del agotamiento
De Schutter destacó que la mentalidad de crecimiento sin límites, enfocada en la productividad y la competitividad, ha aumentado el “agotamiento” no solo entre los profesionales, sino también entre aquellos en empleos informales o precarios, quienes cuentan con menos recursos para afrontar la crisis de salud mental.
La flexibilización laboral y el auge del trabajo temporal han aumentado el número de personas en empleos con menos seguridad, salarios bajos y menos estabilidad. Esta realidad genera una mayor presión y ansiedad entre los trabajadores, llevando a muchos a optar por el desempleo como una opción más saludable. “En la economía de demanda 24/7 actual, el desempleo puede a veces ser menos perjudicial para la salud mental que los empleos precarios”, afirmó De Schutter.
Un llamado urgente para la protección laboral
Para enfrentar esta crisis, el experto de la ONU instó a los gobiernos a implementar protecciones que garanticen un trabajo digno y un salario justo. De Schutter enfatizó la importancia de regular los horarios laborales y asegurar condiciones mínimas de empleo que proporcionen seguridad económica, tales como una renta básica universal, la cual se ha demostrado que puede mejorar significativamente la salud mental.
En conclusión, el informe subraya que el crecimiento económico, tal como se persigue hoy, ha generado una “economía del agotamiento” donde el bienestar queda relegado a favor del lucro. De Schutter concluye: “Sólo colocando el bienestar de las personas sobre la constante búsqueda de crecimiento podremos enfrentar seriamente la pobreza y la crisis de salud mental”.