Por Sofia Swindall
Cuatro personas indígenas de la comunidad purépecha, secuestradas el pasado sábado en Michoacán, fueron localizadas sin vida este domingo. Los cuerpos presentaban huellas de tortura y múltiples impactos de bala. La tragedia ocurrió cuando un grupo armado interceptó a seis trabajadores agrícolas en la carretera Charapan-Tangancícuaro, en el municipio de Charapan, privándolos de su libertad.
Las víctimas, originarias de Ocumicho, Patamban y San Francisco, eran campesinos dedicados a labores agrícolas. En respuesta a su desaparición, habitantes de diversas comunidades indígenas bloquearon la carretera Zamora-Angahuan-Paracho, exigiendo a las autoridades una pronta solución y el esclarecimiento de los hechos.
Las autoridades confirmaron que, de los seis secuestrados, cuatro fueron asesinados, mientras que dos, un padre y su hijo originarios de Patamban, fueron rescatados con vida.
La falta de autoridad y la desventaja de las autodefensas
Ante la falta de garantías de seguridad por parte de las autoridades, los pobladores han organizado sus propias fuerzas de autodefensa, conocidas como Kuarichas. Sin embargo, estas policías comunitarias enfrentan una desventaja significativa en cuanto a armamento y personal.
La situación en el municipio de Charapan se complica aún más debido a la falta de un presidente municipal. El candidato electo del PRD fue impugnado por registrarse como transgénero sin serlo, lo que llevó a la anulación de los resultados electorales y a la convocatoria de nuevas elecciones. Este vacío de poder ha dejado al municipio sin una autoridad clara para liderar las acciones de seguridad.
Denuncias del Concejo Indígena
El Concejo Indígena y los pobladores de Charapan han denunciado la falta de una estrategia efectiva de seguridad por parte de las autoridades estatales y federales. Esta omisión ha permitido que el crimen organizado se consolide en la región, agravando la situación de violencia e inseguridad que afecta a las comunidades indígenas.