Por Alan Benitez
Los gatos, además de ser animales encantadores y llenos de misterio, tienen un sentido del olfato extremadamente desarrollado. Pero lo que muchos no saben es que, además de la nariz, los felinos cuentan con una herramienta adicional para explorar el mundo a través de los olores: el órgano de Jacobson o órgano vomeronasal. Este órgano les otorga la capacidad de detectar feromonas, sustancias químicas esenciales en su comunicación y comportamiento.
¿Qué es el órgano de Jacobson y cómo funciona?
El órgano de Jacobson se encuentra en el techo del paladar de los gatos, justo detrás de los dientes frontales. Su función principal es detectar las feromonas, sustancias que los animales emiten para transmitir información a otros de su misma especie. Para los gatos, las feromonas juegan un papel crucial en el reconocimiento de otros individuos, la demarcación de territorios y la interacción reproductiva.
Cuando un gato encuentra una sustancia interesante, puede hacer un gesto muy particular llamado “respuesta de Flehmen”. En este gesto, el gato abre ligeramente la boca, levanta el labio superior y parece respirar profundamente. Aunque este comportamiento pueda parecer extraño, es un mecanismo que permite al gato dirigir los compuestos químicos hacia el órgano de Jacobson, donde serán procesados.
El poder de las feromonas: el lenguaje secreto de los gatos
Las feromonas felinas son el canal de comunicación principal entre gatos, ya que les permiten transmitir una amplia gama de mensajes: desde el estado reproductivo hasta la identificación de territorios. Un ejemplo clásico es cuando una gata en celo emite feromonas que pueden atraer a los machos desde grandes distancias.
Los gatos también utilizan las feromonas para marcar su entorno. Cuando ves a tu gato frotando su cara contra los muebles o tus piernas, está liberando feromonas a través de las glándulas en su piel para dejar una “marca” que otros gatos puedan reconocer.
El órgano de Jacobson y la respuesta de Flehmen
Uno de los momentos en los que los gatos utilizan su órgano de Jacobson es cuando activan la respuesta de Flehmen. Este curioso comportamiento se presenta cuando el gato ha percibido algo en el ambiente que quiere analizar más detenidamente. Es común ver a los gatos con esta expresión después de oler a otro felino o cuando exploran nuevos territorios.
El órgano de Jacobson está especialmente adaptado para detectar compuestos que no tienen un olor común o perceptible para los humanos, como las feromonas. Este mecanismo es particularmente útil en la vida social de los gatos, ya que les permite obtener información detallada sobre otros gatos sin necesidad de interacción directa.
Feromonas y bienestar felino
El impacto de las feromonas no se limita al comportamiento social y territorial. También juegan un papel crucial en el bienestar de los gatos. Existen productos comerciales, como difusores y aerosoles de feromonas sintéticas, que imitan las que los gatos producen de manera natural. Estos productos se utilizan para ayudar a los felinos a sentirse más cómodos en situaciones de estrés, como mudanzas, visitas al veterinario o la llegada de un nuevo miembro al hogar.
Gracias al órgano de Jacobson, los gatos pueden identificar y procesar estos mensajes químicos, lo que contribuye a reducir su ansiedad y a mejorar su calidad de vida.
La importancia del olfato en los gatos
Aunque los humanos confiamos principalmente en la vista y el oído, los gatos dependen en gran medida de su sentido del olfato para explorar su entorno. Los gatos tienen aproximadamente 200 millones de células olfativas en la nariz, en comparación con los 5 millones de los humanos. Esta increíble capacidad olfativa les permite cazar, orientarse y reconocer a otros animales, pero el órgano de Jacobson va un paso más allá.
Este órgano les ofrece un segundo nivel de percepción, especialmente enfocado en las señales químicas que son invisibles e inodoros para nosotros. A través del órgano vomeronasal, los gatos pueden acceder a una rica fuente de información que influye en su comportamiento y su relación con el entorno.
Un mundo olfativo que va más allá de lo visible
El órgano de Jacobson es una pieza clave en el extraordinario sistema sensorial de los gatos. Les permite detectar feromonas y obtener información crucial sobre su entorno y otros felinos, lo que afecta su comportamiento, sus relaciones sociales y su bienestar emocional. La próxima vez que veas a tu gato haciendo la extraña “mueca” del Flehmen, sabrás que está utilizando su órgano de Jacobson para descifrar el mundo de las feromonas, accediendo a un nivel de comunicación que nosotros solo podemos intentar comprender.
Este órgano es solo una muestra más de las asombrosas adaptaciones evolutivas que han hecho de los gatos unos depredadores sofisticados y unas mascotas fascinantes.