Por Samantha Guerrero
Un trágico tiroteo tuvo lugar este domingo en la estación central de autobuses de Beer Sheva, al sur de Israel, dejando un saldo devastador de una policía muerta y diez personas heridas. Este incidente ha sido clasificado por las autoridades como un presunto ataque terrorista.
Detalles del Ataque
Según información proporcionada por la Policía y el servicio de emergencias Magen David Adom (MDA), el atacante fue neutralizado y se ha confirmado que era un beduino israelí, Ahmad al Uqbi, de 29 años, originario de una aldea cercana a Hura. Las fuerzas policiales llegaron rápidamente al lugar de los hechos para controlar la situación.
La víctima mortal ha sido identificada como Shira Haya Suslik, una agente de la Policía de Frontera de 25 años. Según declaraciones del sanitario Boris Mento, una mujer joven fue encontrada inconsciente y, a pesar de los intentos de reanimación, fue declarada muerta en el lugar.
Heridos y Estado de Emergencia
El MDA reporta que hay otra mujer en estado moderado a grave debido a heridas de bala, así como cuatro jóvenes que también sufrieron lesiones por disparos, todos trasladados al Hospital Soroka. Además, cinco personas más resultaron heridas levemente por metralla de vidrio y otras lesiones.
Este tiroteo se suma a una creciente ola de violencia en la región. Solo el pasado 1 de octubre, otros ocho individuos perdieron la vida en un ataque perpetrado por dos palestinos en una estación de tranvía en Tel Aviv.
Un Contexto de Violencia
En lo que va del año, aproximadamente 36 personas han muerto en 18 ataques en Israel, que incluyen tiroteos, apuñalamientos y atropellos. La mayoría de estos incidentes han sido llevados a cabo por palestinos, particularmente cerca de asentamientos en Cisjordania ocupada y dentro del territorio israelí.
El reciente ataque en Beer Sheva subraya la grave situación de seguridad en Israel, un tema que continúa generando preocupación tanto en la población local como en la comunidad internacional. La violencia no solo afecta a las víctimas y sus familias, sino que también crea un clima de miedo y tensión en toda la región. Las autoridades locales están bajo presión para tomar medidas que aseguren la seguridad de los ciudadanos y prevengan futuros ataques.
Este suceso es un recordatorio de la necesidad urgente de soluciones sostenibles para abordar la violencia y el extremismo en la región.