En el contexto del “Segundo Piso de la Transformación”, Max Correa Hernández, Congresista Nacional de Morena, subrayó que el partido continuará enfocándose en ser un movimiento social, dejando de lado la idea de convertirse en un partido de Estado. Estas declaraciones reflejan el compromiso de Morena de mantener una fuerte vinculación con las bases y evitar caer en la burocracia política.
Correa, quien también dirige la Central Campesina Cardenista, destacó que el fortalecimiento de la estructura de Morena será clave en los próximos años. Una de las metas principales es la creación de comités en cada sección electoral, con el objetivo de vincular a la ciudadanía directamente con las decisiones del partido. Este enfoque permitirá a Morena consolidarse no solo como una organización política, sino como un verdadero movimiento social.
Además, el exdiputado mexiquense señaló que se implementarán mecanismos de vigilancia sobre el desempeño de los representantes de Morena en gobiernos municipales y estatales, para asegurar que el proyecto no pierda su rumbo y que las promesas hechas a la ciudadanía sean cumplidas. Este control sobre los funcionarios busca evitar la desconexión con las bases populares.
Max Correa resaltó que es necesario que los representantes de Morena estén presentes en las comunidades, barrios, ejidos y secciones electorales, fomentando la participación ciudadana y explicando los procesos internos del partido. Esta cercanía con la gente será fundamental para mantener a Morena como un movimiento popular en crecimiento.
Con la visión de Max Correa, Morena busca continuar evolucionando como un movimiento social que escucha y representa a las bases. La estrategia de cercanía con el pueblo y la vigilancia interna serán claves para su éxito en los próximos años.
