Por Sofia Swindall
Durante la temporada de lluvias, es común sentir antojos de alimentos reconfortantes, pero ¿cuál es la razón detrás de este fenómeno? Los días fríos y lluviosos suelen despertar deseos de consumir alimentos altos en carbohidratos y grasas, como el pan dulce o una taza de café caliente. Esta tendencia está relacionada con la necesidad del cuerpo de aumentar sus reservas energéticas para mantener la temperatura corporal, ya que el frío hace que gastemos más energía.
¿Por qué sentimos antojos en días de lluvia?
Cuando bajan las temperaturas, el cuerpo utiliza las reservas de grasa para mantener su temperatura estable, lo que genera una necesidad de reponerlas. Esto explica por qué anhelamos alimentos con alta densidad energética, como pan dulce, chocolate o café con leche. Estos alimentos aportan más calorías y ayudan al cuerpo a generar calor rápidamente, una estrategia que tiene tanto fundamentos biológicos como culturales.
De acuerdo con la licenciada en nutrición Ina Alejandra Beristain Navarrete, especialista en nutrición clínica y vocal del Colegio Mexicano de Nutriólogos Capítulo Yucatán, incluso en climas cálidos, los días fríos y lluviosos provocan este tipo de antojos. En muchas comunidades, los panaderos aprovechan esta temporada para salir a vender pan caliente, acompañándolo de café, conscientes de la demanda estacional.
El impacto de consumir pan dulce en exceso
Aunque disfrutar de estos alimentos es un placer, es importante moderar su consumo. Un pan dulce mediano aporta entre 200 y 250 calorías, mientras que una taza de café con leche puede sumar alrededor de 135 calorías. El consumo frecuente y en grandes cantidades de estos alimentos puede aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud, como obesidad, diabetes o hipertensión.
Para mantener una alimentación equilibrada, la nutricionista recomienda optar por versiones más saludables, como leche descremada o cocoa sin azúcar en lugar de chocolate con alto contenido de azúcar. También es preferible consumir pan dulce casero o de panaderías tradicionales, evitando los productos industrializados que contienen conservantes y aditivos.
La clave está en disfrutar de estos antojos típicos de la temporada lluviosa sin caer en excesos. Controlar las porciones y ser conscientes de la frecuencia de consumo nos permite deleitarnos con un buen café y pan dulce sin comprometer nuestra salud.