Desde sus primeras etapas, el diseño de Tanjiro Kamado en Kimetsu no Yaiba ha experimentado una transformación notable. En sus inicios, el personaje tenía un diseño mucho más minimalista, sin la icónica cicatriz en la frente ni los distintivos pendientes que lo caracterizan en la serie que todos conocemos hoy en día. Este primer diseño ofrecía un aire más andrógino, con características que dificultaban su distinción clara como masculino.
La versión original de Tanjiro, de hecho, mostraba un carácter más serio y menos entrañable comparado con el personaje que ha capturado el corazón de los fans. Este diseño inicial se asemejaba a los prototipos tempranos de la serie, tales como ‘Kagarigari’ y ‘Kisatsu no Nagare’. Es importante aclarar que el protagonista de Kisatsu no Nagare no debe confundirse con Tanjiro, ya que, aunque este último fue influenciado por él, era un personaje diferente llamado Nagare Handa, inspirado en el clásico Dororo.
La evolución en el diseño de Tanjiro refleja un cambio significativo en la visión del creador, Gotouge-sensei. Aunque la historia central sobre la lucha entre humanos y demonios siempre fue una constante, la decisión de añadir detalles distintivos a Tanjiro fue un acierto que marcó una diferencia considerable. La cicatriz en su frente y los pendientes no solo realzan su carácter, sino que también contribuyen a hacerlo memorable y único.
La transformación de Tanjiro demuestra cómo los detalles en el diseño de un personaje pueden influir enormemente en su percepción y popularidad. Estos cambios ayudaron a forjar un héroe con una presencia inconfundible, aportando profundidad y singularidad que han llevado a Tanjiro a ser uno de los personajes más queridos en Kimetsu no Yaiba.