Por Daniela Altamirano
El desplome histórico de la bolsa de Tokio ha tenido un efecto dominó en los mercados internacionales, provocando que el peso mexicano superara los 20 pesos por dólar. Este colapso en Japón, con una caída del 12.4% en el índice Nikkei, se ha visto impulsado por la creciente preocupación por una posible recesión en Estados Unidos y un yen en fuerte revalorización. Los inversionistas, en busca de seguridad, han abandonado activos de riesgo, lo que ha desencadenado una oleada de ventas en diversas bolsas asiáticas.
El yen japonés alcanzó su nivel más alto frente al dólar desde enero, una reacción a los decepcionantes datos laborales en EE.UU. y el creciente temor de recesión. La Reserva Federal estadounidense está bajo presión para implementar recortes significativos en las tasas de interés, con analistas como Goldman Sachs y JPMorgan sugiriendo que se avecinan reducciones de hasta 50 puntos básicos en los próximos meses.
La debilidad en el mercado laboral estadounidense y los informes de ganancias de grandes empresas tecnológicas, combinados con una creciente inquietud por la economía china, han llevado a una venta masiva en los mercados bursátiles y de divisas. Este clima de incertidumbre ha llevado a los inversionistas a refugiarse en activos más seguros, como el yen y el franco suizo.
El peso mexicano, arrastrado por el caos en los mercados internacionales, ha experimentado una depreciación significativa, superando los 20 pesos por dólar, el nivel más alto en dos años. Gabriela Siller, economista, destaca que esta caída no se debe a factores internos en México, sino al impacto global del colapso en Japón y la inquietud por la situación económica en EE.UU. y el Medio Oriente.