Por Daniela Altamirano
El cáncer de cuello uterino es una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial, pero también es uno de los tipos de cáncer más prevenibles. La mayoría de los casos son causados por el virus del papiloma humano (VPH), una infección común transmitida sexualmente.
La vacunación contra el VPH es altamente efectiva y se recomienda para niñas y niños entre los 9 y 14 años. Además, las pruebas de Papanicolaou (Pap) y la prueba de VPH son esenciales para detectar células precancerosas y prevenir el desarrollo del cáncer. Las mujeres deben comenzar a hacerse la prueba de Pap a los 21 años y repetirla cada tres años, mientras que la prueba de VPH es recomendable a partir de los 30 años, cada cinco años.
El uso de preservativos y mantener un estilo de vida saludable también ayuda a reducir el riesgo de infección. Los síntomas del cáncer de cuello uterino pueden incluir sangrado vaginal anormal y dolor pélvico, pero la detección temprana es vital para un tratamiento exitoso, que puede incluir cirugía, radioterapia y quimioterapia.
La prevención y la detección temprana son claves. Vacúnate, hazte pruebas periódicas y mantén un estilo de vida saludable para protegerte contra esta enfermedad. Tu salud es tu responsabilidad: infórmate y actúa a tiempo.