Por: Fernanda Amaya Vargas
El último álbum de Taylor Swift, “The Tortured Poets Department”, ha batido récords, un logro atribuido por muchos a sus letras simples y pegajosas. Cuando Swift se adentró en el mundo de los “poetas torturados”, buscaba 31 canciones que reflejaran su carrera del último año: un auténtico fenómeno.
Su reciente gira, “The Eras Tour”, se convirtió en la primera en superar los mil millones de dólares en ganancias. Además, la proyección de su gira en la pantalla grande recaudó 261 millones de dólares. Ahora, con su nuevo álbum lanzado el 18 de abril, “The Tortured Poets Department”, Swift ha posicionado 14 temas en los primeros 14 puestos de la lista Hot 100 de Billboard (otro récord), y ha vendido 2.6 millones de copias en vinilo.
Para Pepe Campa, locutor de las estaciones de radio Reactor 105.7 FM y Xplora 106.5 FM, este éxito no es producto de la suerte, sino de dos décadas de trabajo duro y una maquinaria de mercadotecnia bien aceitada. “El fenómeno Taylor Swift no puede ser simplificado; es un todo compuesto por piezas perfectamente ensambladas, y maneja gente, porque no es solo ella; se maneja como una verdadera empresa, sin dejar de reconocer su talento”, explica Campa.
Uno de los elementos cruciales en la estrategia de Swift, según Campa, es su ejército de fans que la ha acompañado desde que lanzó su primer álbum en 2006, y que continúa a su lado. “Ella ha sabido comunicarse de manera ejemplar utilizando las herramientas adecuadas, como las redes sociales y el Internet en general. Ha logrado conectar con su público sin necesidad de la radio o la televisión. Taylor Swift es un fenómeno digno de la era en la que vivimos”.
A pesar del éxito, Campa opina que la música de Swift está lejos de ser compleja o innovadora. Por el contrario, sigue una fórmula que le ha funcionado hasta ahora. Sus canciones tratan temas simples como el amor y el desamor, sin complicaciones, lo que hace su música más accesible y vendible. “The Tortured Poets Department”, lo considera algo regular en la historia de Swift, ya que un álbum con tantas canciones, 31 en total, rara vez contiene su mejor material.