Por Kari Nava
En una operación conjunta entre la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano, llevada a cabo en las primeras horas del domingo 21 de abril en el tranquilo fraccionamiento Hacienda Real en Autlán de Navarro, la sombra del crimen organizado se proyectó una vez más sobre el país, cuando Abraham “Don Rodo” Oseguera Cervantes, uno de los hermanos de Nemesio “El Mencho” Oseguera Cervantes, líder del temido Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue capturado.
El arresto de “Don Rodo” marca otro golpe contundente contra la estructura de uno de los carteles más poderosos y violentos del país. Conocido por su historial delictivo que se remonta a décadas atrás, Abraham Oseguera no es un nombre nuevo en el ámbito del crimen. En la década de 1990, él y su hermano “El Mencho” fueron detenidos en San Francisco, California, por vender heroína a agentes encubiertos, marcando el inicio de una carrera criminal que se ramificó por ambos lados de la frontera.
El pasado criminal de Oseguera no esconde su papel en el CJNG. Documentos revelan que, aunque su hermano “El Mencho” continúa siendo el líder principal del cartel, tanto Abraham como otro de sus hermanos, Antonio, compartían un nivel jerárquico significativo dentro de la organización criminal. Varios parientes de ambos hermanos también ocupan roles importantes como coordinadores regionales y jefes de plaza del CJNG.
El arresto de “Don Rodo” pone de relieve la efectividad de las fuerzas del orden en su lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada en México. Sin embargo, también destaca la complejidad y el alcance de estas organizaciones criminales, que cuentan con una estructura robusta y una red de colaboradores que les permite continuar operando incluso ante la detención de figuras clave.
El Cártel Jalisco Nueva Generación ha sido asociado con un aumento significativo de la violencia en Jalisco, convirtiéndolo en uno de los estados más afectados por la actividad criminal en México. La organización ha sido acusada de llevar a Norteamérica cantidades significativas de drogas ilegales y de emplear “extrema violencia” para alcanzar sus objetivos, sembrando el terror y la inseguridad en la región.
Con “Don Rodo” bajo custodia y enfrentando la justicia, las autoridades mexicanas esperan debilitar aún más la estructura del CJNG y enviar un mensaje claro de que el crimen organizado no quedará impune en México. Sin embargo, el desafío persiste, ya que la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada sigue siendo una tarea ardua y de largo plazo para el país.