Por Kari Nava
En un emocionante avance tecnológico, tres estudiantes del quinto cuatrimestre de Mecatrónica de la Universidad Tecnológica Regional del Sur (UTR Sur), en Yucatán, han desarrollado un prototipo innovador: una motocicleta que funciona con agua. Leiny Escobedo, Mario Góngora y Arath Zapata son los mentes detrás de este proyecto revolucionario que podría cambiar el paradigma de la movilidad.
El vídeo publicado en las redes sociales de los estudiantes muestra el prototipo en acción, con los jóvenes explicando el funcionamiento de su creación. Según Mario Góngora, el prototipo emplea una celda de hidrógeno con electrodiálisis para promover las energías renovables. Arath Zapata añadió detalles sobre los componentes, como el uso de agua destilada mineralizada con cloruro de potasio o bicarbonato.
Uno de los puntos clave del proyecto, según Leiny Escobedo, es su enfoque en la sustentabilidad sin comprometer la potencia del vehículo. Esta iniciativa no solo ha recibido elogios en las redes sociales, sino que también ha sido respaldada por la UTR Sur, que destacó el potencial del prototipo híbrido como una solución energética integralmente sustentable.
Es importante destacar que este proyecto se encuentra en una fase inicial de desarrollo y no reemplaza completamente el uso de gasolina por agua. Sin embargo, representa un paso significativo hacia la exploración de alternativas ecológicas en el sector del transporte.
Este no es el primer intento de utilizar agua como fuente de energía para vehículos. En 1975, Stanley Meyer creó el primer motor que funcionaba con agua, patentado como “célula de combustible de agua”. Aunque recibió escepticismo por parte de la comunidad científica, el proyecto de Meyer demostró la posibilidad teórica de utilizar el agua como combustible.
Con estos antecedentes y el avance presentado por los estudiantes de la UTR Sur, se vislumbra un futuro prometedor para la tecnología de motores de agua. Este logro no solo impulsa la innovación en el ámbito local, sino que también podría tener un impacto global en la búsqueda de soluciones sostenibles para el transporte.
El camino hacia una movilidad más limpia y eficiente está en constante evolución, y proyectos como el de estos estudiantes yucatecos demuestran que la creatividad y el compromiso con el medio ambiente pueden llevarnos hacia un futuro más verde y prometedor.