Por José Corzo
En un momento histórico en el que el país está a punto de presenciar el posible ascenso de una mujer a la presidencia, surge la pregunta: ¿está México preparado para este cambio? A pesar del liderazgo evidente de candidatas como Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez en las encuestas, persisten obstáculos sociales arraigados en prejuicios machistas que ponen en duda su experiencia y habilidades para gobernar.
Según Julia Zulver, investigadora de liderazgos femeninos, el cuestionamiento sobre la capacidad de las mujeres para liderar va más allá de sus méritos individuales, cayendo en el terreno del sexismo y el machismo. Esta situación se ve reflejada incluso en las campañas electorales de las candidatas, quienes se ven obligadas a reafirmar constantemente su preparación y competencia.
A pesar de estos desafíos, figuras como Xóchitl Gálvez y el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador indican un cambio de mentalidad en la sociedad mexicana. Incluso encuestas muestran un creciente apoyo al liderazgo femenino, sugiriendo que la mayoría de los mexicanos están dispuestos a votar por una mujer como presidenta.
Este avance hacia la igualdad de género se ve respaldado por la presencia de mujeres en roles de liderazgo en instituciones clave del país. Sin embargo, queda trabajo por hacer para eliminar por completo los obstáculos que enfrentan las mujeres en la política y en la sociedad en general.
En conclusión, mientras México se encamina hacia un posible hito histórico con la elección de su primera presidenta, es importante reconocer y abordar los prejuicios de género que aún persisten en la percepción del liderazgo femenino. La inclusión y el apoyo son fundamentales para construir un país más igualitario y justo para todos.