Por Kari Nava
En medio de la lucha continua contra pandemias y enfermedades contagiosas, un nuevo caso ha generado alarma mundial. En Hong Kong, se ha confirmado un raro incidente de un humano infectado con el Virus B, también conocido como Herpes B o Virus del Mono B. Esta enfermedad, transmitida por monos macacos, ha suscitado preocupación debido a su alta tasa de mortalidad y sus síntomas alarmantes.
El Virus B, científicamente clasificado como herpesvirus simiae o herpesvirus B, se encuentra predominantemente en monos macacos, especialmente en las especies de cola de cerdo y cynomolgus. La transmisión de este virus entre los animales ocurre principalmente a través de mordeduras, rasguños o contacto con fluidos corporales como saliva, sangre o secreciones nasales. Aunque raramente, este virus puede infectar a humanos, con solo 51 casos registrados hasta la fecha, incluyendo el reciente caso en Hong Kong.
Los síntomas del Virus B son preocupantes y pueden incluir escalofríos, fiebre, cansancio, dolores musculares, dolor de cabeza y la aparición de ampollas en la zona afectada por el contacto con el mono infectado. Además, se han reportado síntomas similares a los de la gripe, dolor de garganta, dolor abdominal, vómitos y hipo. Estos síntomas pueden manifestarse entre tres y 30 días después de la exposición al virus.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente el 80% de los casos humanos infectados con el Virus B han resultado en fatalidades. Ante esta grave situación, se insta a la población a permanecer alerta y tomar medidas preventivas adecuadas en caso de contacto con monos macacos, incluyendo el uso de equipo de protección personal y la búsqueda de atención médica inmediata en caso de exposición.
Es fundamental que cualquier persona que haya estado expuesta al Virus B informe de inmediato a los servicios médicos y se someta a un seguimiento adecuado, incluida la cuarentena si es necesario. La rápida identificación y respuesta a este virus son esenciales para contener su propagación y proteger la salud pública a nivel mundial.
Este último incidente subraya la importancia de la vigilancia continua y la colaboración internacional en la prevención y control de enfermedades infecciosas emergentes, reforzando la necesidad de medidas efectivas para mitigar los riesgos para la salud pública en todo el mundo.