Por Diana Silva
Cuando hablamos de parejas saludables, no nos referimos simplemente a aquellas que gozan de buena salud física, sino a aquellas que mantienen una dinámica positiva, libres de comportamientos tóxicos o hábitos dañinos que puedan causar estragos.
Las parejas saludables son aquellas que logran forjar relaciones equilibradas, con límites claros, felices y con potencial para perdurar toda la vida. Son relaciones que se disfrutan, que crecen y que permiten a todos los involucrados llevar vidas plenas y satisfactorias.
La ciencia respalda esta afirmación: las buenas relaciones no solo nos hacen vivir más, sino también mejor. Son beneficiosas para el cerebro, la memoria, el aprendizaje y la felicidad. Por otro lado, las relaciones negativas y poco saludables pueden ser caóticas, causando estragos como la baja autoestima, la depresión y problemas de confianza que pueden afectar las relaciones futuras.
Sin embargo, las relaciones saludables no surgen de la nada. Requieren trabajo, desarrollo y la implementación de hábitos y prácticas positivas, cultivados día a día con constancia.
Aquí hay siete cosas que hacen las parejas saludables para mantener relaciones duraderas:
- Comunicación abierta: Las parejas saludables se hacen preguntas y se comunican. La comunicación es clave para comprender mejor al otro, expresar sentimientos y resolver problemas.
- Expresar necesidades: Aprender a pedir lo que se necesita es fundamental. Las parejas deben sentirse libres para expresar sus necesidades sin temor a represalias.
- Tiempo de calidad: Compartir momentos significativos fortalece los lazos afectivos y crea recuerdos positivos.
- Perdonar y dejar ir: El perdón es esencial en toda relación. Dejar atrás el rencor y el enojo permite sanar y avanzar juntos.
- Pedir perdón cuando es necesario: Reconocer errores y disculparse demuestra inteligencia emocional y compromiso con la relación.
- Hacer planes juntos: Planificar el futuro juntos demuestra compromiso y fortalece la conexión emocional.
- Demostraciones de afecto: Expresar afecto físico y emocional fortalece el vínculo y hace que cada miembro se sienta valorado y amado.
En resumen, las parejas saludables son aquellas que cultivan una comunicación abierta, expresan sus necesidades, comparten momentos significativos, practican el perdón, hacen planes juntos y demuestran afecto. Estas son las claves para construir relaciones duraderas y satisfactorias.