Por Dayana Mendizabal
Ubicado en el pintoresco noreste del Estado de Tamaulipas, el encantador municipio de Mier se erige como un tesoro de historia, naturaleza y hospitalidad. Fundado el 6 de marzo de 1753 bajo el nombre de la Purísima Concepción, este pueblo mágico cautiva a sus visitantes con su rica herencia cultural y sus cautivadores paisajes.
En el corazón de Mier, la Plaza de Armas invita a pasear entre sus calles empedradas, mientras que el antiguo templo de la Purísima Concepción, construido alrededor de 1770, nos transporta a través de los siglos con su arquitectura imponente.
La historia cobra vida en los antiguos edificios que adornan las calles, tales como el Museo de los Frijoles Pintos, la Casa de la Cultura y la Capilla de San Juan Bautista. Los puentes de Juan Méndez, San Juan e Hidalgo narran relatos de valentía y conexión con el pasado.
Los amantes de la pesca deportiva encuentran en Mier un paraíso, con las presas Marte R. Gómez y la Falcón, donde la naturaleza se despliega en su máximo esplendor. Además, la gastronomía local deleita los paladares con platos tradicionales como el cabrito al pastor, la carne asada y la machaca.
Las festividades cobran vida en Mier con eventos como la Feria de Mier en marzo, la Semana Santa con procesiones y Vía Crucis viviente, la Fiesta de San Juan Bautista en julio, y la celebración de la Purísima Concepción en diciembre, honrando la rica tradición religiosa y cultural del pueblo.
Con una ubicación estratégica, Mier se encuentra en la frontera con el Estado de Nuevo León y los Estados Unidos de América, siendo accesible desde ciudades cercanas como Monterrey y Nuevo Laredo.