Por Diana Silva
La duración del amor en una relación ha intrigado a muchos, y la ciencia ha dirigido su atención a esta pregunta, revelando un panorama intrigante de fases que caracterizan el amor romántico a lo largo del tiempo. Aunque la noción idealista de que “el verdadero amor es eterno” persiste, los neurocientíficos sostienen que el amor sigue un curso predecible.
En el ámbito de la investigación sobre el amor, se han identificado cuatro fases clave en las relaciones románticas:
Fase 1: Euforia (6 meses a 2 años): Durante este inicio, la persona se convierte en el epicentro de tu vida, y se observa una tolerancia aparente hacia los errores o defectos de la pareja. La liberación de dopamina, el químico del placer, desempeña un papel crucial en esta fase eufórica.
Fase 2: Apego Temprano (1 a 5 años): La parte más evolucionada del cerebro se activa, generando sentimientos de apego. La vasopresina y la oxitocina, conocidas como la “hormona del amor”, entran en juego. En este período, la intensidad disminuye, permitiendo retomar actividades normales.
Fase 3: Crisis (5 a 7 años): Esta fase conlleva a menudo una separación, seguida de la posibilidad de reconciliación. Se requiere una crisis o prueba para superar, propiciando el crecimiento personal y cambios en ambas personas, preparándolas para la siguiente etapa.
Fase 4: Apego Profundo (7 años en adelante): La relación ha experimentado altibajos, y la pareja puede enfrentar crisis con calma y seguridad. Esta etapa sugiere que la relación ha perdurado y se ha vuelto satisfactoria.
Las neurocientíficas Helen Fischer y Lucy Brown han contribuido significativamente a estos hallazgos, examinando la actividad cerebral desde las etapas tempranas hasta las más tardías del amor. El “Self Expansion Model”, desarrollado por el Dr. Art Aron y su esposa Elaine, aporta información sobre los primeros meses de una relación.
La pregunta inevitable persiste: ¿puede el amor durar para siempre? Según la Dra. Fisher, el amor romántico intenso tiene una duración de 18 meses a 3 años. Datos más recientes de la física y doctora en Neurociencia Sara Teller sugieren que el efecto del “coctel de hormonas de la felicidad” que experimentamos como amor o enamoramiento dura aproximadamente 15 meses, siendo la noradrenalina la responsable de su fin. Después de este período, la actividad hormonal disminuye, permitiendo una visión más clara de la pareja.
En resumen, aunque el enamoramiento intenso puede tener un plazo limitado, las relaciones duraderas pueden pasar por diferentes fases. La clave parece ser la adaptabilidad y la capacidad de enfrentar las crisis con éxito, contribuyendo así a la satisfacción y longevidad de la relación.