La Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha revelado que aproximadamente el 30% de los incendios forestales en México durante el año 2022 fueron provocados por actividades relacionadas con el narcotráfico, incluyendo el cultivo de amapola y marihuana. Esto representa una seria amenaza para los ecosistemas forestales del país, con graves consecuencias para la biodiversidad y la calidad del aire.
Desde el 1 de enero hasta el 24 de noviembre de 2022, México lamentablemente experimentó un total de 6,702 incendios que devastaron un área impresionante de 717,805 hectáreas en todo el territorio nacional. Si consideramos que el 30% de estos incendios fueron resultado de actividades relacionadas con el narcotráfico, esto se traduce en 2,010 incendios directamente atribuibles a este problema.
Chihuahua, una de las entidades más afectadas por los incendios forestales en 2022, lideró las estadísticas con el mayor número de incendios y la mayor área afectada en todo el país. Este sombrío récord subraya la gravedad del problema en la región.
Según Víctor Palacio Muñoz, investigador de la UACH, es especialmente en la región conocida como el “Triángulo Dorado” donde se encuentra una posible causa de incendios forestales debido a la producción de marihuana y amapola. Este vínculo entre el narcotráfico y la destrucción de los bosques plantea un desafío significativo para las autoridades y la conservación ambiental en la zona.
El informe de la Conafor también identifica otras causas de incendios forestales, incluyendo actividades desconocidas, descuidos con fogatas durante actividades agrícolas, actividades pecuarias, fogatas de personas que acampan, fumadores, causas naturales, cazadores, actividades productivas, quema de basureros, residuos de aprovechamiento forestal, festividades y rituales, limpias de derecho de vía y culpa del transporte.