Con hijos y cansancio, la paternidad se aleja de Instagram: intentas hacerlo bien, pero terminas bajando la guardia o eligiendo el camino fácil
Es fácil idealizar la crianza antes de tener hijos: sin azúcar, sin pantallas, sin gritos… Pero con el tiempo y el cansancio, el día a día deja de parecerse a Instagram. Aunque todos intentamos hacerlo bien, en algún momento bajamos la guardia o elegimos el camino fácil.
Aquí tienes una lista de cosas que juraste que nunca harías como padre, pero terminaste haciendo. No están ordenadas por nivel de gravedad ni por lo mal que te sientes al repetirlas, porque lo que a uno le parece una caída en desgracia, otro lo ve como un atajo necesario para salir del paso.
- Escaquearte del dinero para el regalo de los profes, confiando en que nadie notará tu ausencia en la lista de aportes.
- Pisar accidentalmente a tu hijo mayor con el cochecito del bebé después de advertirle mil veces que no se cruce.
- Acabarte el agua de la única botella antes que tus hijos.
- Obligar a los niños a posar en fotos familiares, aunque estén visiblemente disgustados.
- Amenazar con la policía para que tu hijo se porte bien.
- Ponerles la tele para poder ver la tuya en paz.
- Darles el móvil en un restaurante para que no molesten.
- Olvidarles la merienda y asumir que alguien en el colegio compartirá o que pueden ayunar un rato.
- Dejar que vean YouTube sin supervisión porque necesitas un respiro.
- Aprovechar una rabieta para cancelar un plan que no te apetecía.
- Mandarlos al cole con un chute de Dalsy esperando que no noten la fiebre.
- Gritarles con más rabia de la que merecen.
- Comerte algo que se guardaban antes de que lo noten.
- Mentir sobre horarios de tiendas o disponibilidad de entradas.
- Comprarles bollería industrial por comodidad.
- Dejar que duerman meados porque cambiarles es demasiado trabajo a las 3 a. m.
- Regalarles algo que en realidad quieres tú.
- Repetir pasta o pizza varias veces seguidas por falta de ganas de cocinar.
- Terminar una discusión con un tajante “¡porque lo digo yo!”.
- Criticar a un hijo delante del otro.
- Mostrar preferencias por uno de los hijos.
- Decirles que peguen si tienen un problema en el patio en lugar de promover el diálogo.
- Criticar a otros padres del colegio con los niños escuchando.
- Hablar mal de los amigos de tus hijos sin recordar que son solo niños.
- Apuntar a tu hijo a una actividad que no le gusta solo porque encaja con tu horario.
